Yovanna tiene 13 años y sufre una enfermedad conocida como síndrome de la muñeca feliz. Hace un mes llegó con su familia a Morón de la Frontera desde Galicia, donde ha vivido interna en un centro los últimos años. Ahora, sus padres, con la ayuda del Ayuntamiento del municipio, buscan un lugar donde la cuiden como necesita.
Síndrome de Angelman. Ése es el nombre científico de la enfermedad que hace que Yovanna "necesite atención las 24 horas del día", según explica su padre, Fernando Melero, trabajador de la ONCE que hace un mes llegó a Morón de la Frontera junto a Mar, su mujer, y sus otros dos hijos -de 4 y 8 años- para "buscar una vida mejor".
Lo primero era escolarizar a los niños, algo que fue fácil con los pequeños pero que todavía está pendiente con Yovanna, ya que el único centro con características similares al que constituía el hogar de la menor en Santiago de Compostela es el de San Juan de Dios -en Alcalá de Guadaíra- "donde no hay espacio actualmente, por lo que permanece en la lista de espera", explica al respecto la concejal de Educación del Consistorio de Morón de la Frontera, María Fernanda González.
Precisamente ha sido esta concejalía la que en los últimos días ha venido realizando las gestiones oportunas para la escolarización de Yovanna. "Ya se le ha practicado un examen psicológico para generar un dictamen de escolarización", manifiesta la edil, "ahora todo depende de la Delegación Provincial de Educación que se ha comprometido a dar una solución esta semana".
Tanto el Consistorio como la familia apuntan a que la solución más probable que se dé a la pequeña sea la de un centro de día "bien en Utrera o en Osuna", donde la menor sería atendida en horario de mañana, algo que "no cubriría todas sus necesidades", asegura su padre, Fernando Melero. "Yovanna necesita ayuda todo el día", explica. "En los centros en los que ha estado recibía sesiones de fisioterapia, lenguaje y la atención que precisa. Nosotros podemos darle cariño pero eso no basta", añade.
Por su parte, desde el Ayuntamiento de Morón de la Frontera explican que tanto la Concejalía de Educación como la de Bienestar están dispuestas a colaborar con la familia. De hecho, según adelanta la edil de Educación, "en el caso de que finalmente la pequeña vaya a un centro de día el Consistorio asumiría los gastos de sus traslado diario" ya que, afirma "lo único importante es el bienestar de la menor aunque, por desgracia. hay muchos niños en estas circunstancias".
Sin embargo, el padre de la chiquilla no está dispuesto a conformarse con esta solución y asegura que "si es necesario" se encerrará en la Delegación Provincial de Educación o hará una huelga de hambre para exigir una solución. "No es justo que mi hija esté todo el día encerrada, sin moverse, sin estar con otros niños", se queja.
El caso de Yovanna está siendo gestionado por la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía -y no por la de Igualdad y Bienestar Social-porque se trata de una menor de 16 años. Fuentes de la Delegación de Igualdad explicaron a este periódico que en el momento en que sus familiares soliciten ayudas en virtud de la Ley de Dependencia sería esta consejería la que se haría cargo de la pequeña "con ayudas económicas o una plaza concertada en caso de que así se estimase".
Desde la Delegación Educación no pudieron facilitar datos sobre el caso. Tampoco se pronunciaron desde el área de Bienestar Social de la Xunta de Galicia que -según la versión de la familia- ordenó a finales de noviembre que la pequeña abandonara el centro de Santiago de Compostela alegando que no podía permanecer allí si sus padres residían fuera de la comunidad.
Por el momento, Yovanna vive en su casa y son sus padres los que se hacen cargo de ella. Sin embargo, su padre asegura que con esta situación no se ha podido incorporar a trabajar, por lo que la situación económica de la familia no es demasiado buena.
