Sin medias tintas y sin necesidad de leer entre líneas, el presidente de la patronal de las cajas de ahorros arremetió contra la actuación de Esperanza Aguirre en Caja Madrid, que tachó como el caso de "intervencionismo público más descarado que recuerdo en los 26 años que llevo en el sector" y que supone "la prostitución de un modelo".
Duras críticas al culebrón que se está desarrollando en el seno de Caja Madrid del presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) quien, durante su intervención en el Foro de la Nueva Economía, consideró que el hecho de que los partidos políticos pueden pactar fuera de los órganos de gobierno de una entidad lo que se va a decidir en ellos supone claramente "la prostitución de un modelo". En su opinión, es más que "lamentable", adjetivo que había usado el día anterior el ministro de Economía, Pedro Solbes, para calificar la situación de Caja Madrid. Se trata de un caso "esperpéntico", indicó.
Ante estas situaciones de intento de control político en las cajas, Quintás aseguró que el consejo de administración de la CECA ha pedido a todas las fuerzas políticas que "recapaciten". "A ver si al final vamos a ser capaces de extinguir uno de los elementos estructuralmente más sólidos de la economía de este país simplemente por una pequeña ambición política de peleas en el patio del colegio", advirtió.
Según Quintás, el problema de Caja Madrid es "de incomprensión o de olvido deliberado" por las fuerzas políticas de la regulación que tienen las cajas. La Ley Orgánica de Regulación de Cajas de Ahorro, recordó, dice "claramente" que el mandato de los miembros de los órganos de gobierno no es "imperativo", es decir, que nadie puede indicar el sentido del voto. Sin embargo, "nos estamos encontrando con que cualquier partido político está abriendo expedientes a consejeros generales de las cajas y lo hace con todo descaro, porque no ha seguido el sentido del voto" que querían. A su juicio, estos actos "violan la ley".
Para el presidente de la patronal CECA, esta situación en la que entidades que durante casi dos siglos han sido autónomas ahora sufran controles políticos es "extraordinariamente preocupante". "Se ha roto el principio fundamental constitutivo de los órganos de gobierno, que es una representación equilibrada de los distintos grupos con intereses legítimos en la entidad", aseguró.
La Asamblea General de Caja Madrid rechazó el lunes pasado, con más de la mitad de los votos en contra, el nuevo proyecto de estatutos adaptado a la normativa de cajas regional que aprobó el Gobierno de Esperanza Aguirre en diciembre, tras lo que el Ejecutivo autonómico aseguró que los impondrá en el plazo máximo de un mes.
Quintás aprovechó también para advertir de que, aunque las fusiones pueden ser el "mejor camino para conseguir ciertos objetivos", algunas, como las que siguen criterios políticos, pueden "empeorar a las propias entidades que participan". Sin nombrar a ninguna caja -aunque el único proceso abierto es el de Unicaja y CCM-, distinguió entre dos tipos de fusiones: las que se realizan para conseguir objetivos que una entidad no podría alcanzar individualmente y que calificó de "extraordinarias", y las que han realizado algunas comunidades para conseguir un mayor control de las cajas, que son "una aberración".
