En una carta dirigida a Rajoy, difundida por la agencia oficial MAP, El Fasi considera que este viaje supone "un ataque manifiesto a la dignidad y al sentimiento nacional" de los marroquíes. "Nosotros, en el partido del Istiqlal, expresamos nuestra profunda decepción y nuestro rechazo total a esta visita provocadora", escribe El Fasi, para quien "este viaje no hará más que empañar el clima cordial que prevalece entre los dos países". Para el primer ministro marroquí, "es un ataque a los sentimientos profundamente enraizados en el pueblo marroquí y un comportamiento en contraste con el espíritu de amistad y los principios de buena vecindad y respeto mutuo, así como con las relaciones francas y sinceras entre los dos reinos". En la misiva, también reclama un "diálogo serio para poner fin a la ocupación" de Ceuta y Melilla.
A pesar de la petición, que no será contestada por los populares, el líder del PP ha decidido mantener la agenda de su viaje a Melilla, que conmemora sus 513 años de españolidad.
El Gobierno español, que ha criticado este viaje de Rajoy, defendió ayer que la "españolidad de Ceuta y Melilla están fuera de toda discusión" después de la carta enviada al PP por el primer ministro marroquí.
Por su parte, activistas marroquíes anunciaron protestas por la visita de Rajoy a Melilla, pero ayer, según la Delegación del Gobierno en Melilla, la frontera con Marruecos funcionó con total normalidad. Una tranquilidad que puede romperse hoy tras el anuncio de la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos al convocar para hoy, a las 13.00 horas, una protesta en la frontera de Melilla para rechazar la visita que en esos precisos instantes estará realizando a la ciudad autónoma el presidente del PP, según avanzó a Europa Press el presidente de federación de asociaciones marroquí, Abdelmonaim El Chouki.
Ayer se repartieron pasquines en la frontera, en el lado marroquí, en los que se animaba a todos los ciudadanos que pasaban a Melilla a participar hoy en la concentración de protesta. Este clima de tensión puede reproducir los altercados en la frontera entre Melilla y Marruecos provocados por activistas marroquíes en el mes de agosto.
