Tres semanas antes del esperado congreso del PP, Rajoy presumió de apoyos. El presidente popular logró reunir a la mayoría de sus barones en un acto en Valladolid, al que no asistieron María San Gil ni Esperanza Aguirre. El líder del partido cree que está haciendo lo correcto y por eso sentenció: "Las críticas no van a mermar mi voluntad".
Tras varias semanas en las que la crisis del PP se ha agudizado y se han alzado las voces que cuestionan el liderazgo de Mariano Rajoy, el presidente de los populares quiso exhibir en público sus apoyos.
A tres semanas del congreso de Valencia en el que espera revalidar su cargo, Rajoy logró reunir a su alrededor a la mayoría de los líderes regionales del partido. Francisco Camps, Ramón Luis Valcárcel, Javier Arenas, Juan Vicente Herrera, Alberto Núñez Feijóo... y así hasta 15 presidentes o, en su defecto, secretarios regionales del PP, pasaron por el escenario de la Feria de Muestras de la capital castellanoleonesa para explicar que no ven mejor líder que Rajoy y para secundar que los principios y valores del partido no han cambiado.
La jornada fue casi redonda. El pero lo protagonizaron dos ausencias notables, las de la presidenta de la Comunidad de madrid, Esperanza Aguirre, (adujo motivos familiares) y la de la presidenta de los populares vascos, María San Gil. Nadie habló en su nombre y nadie en el acto citó tampoco los suyos, aunque muchas de las intervenciones tuvieron a ambas como claras destinatarias.
El propio Rajoy hizo una mención expresa a sus compañeros en Euskadi: "Queridos amigos del País Vasco, muchísimas gracias por vuestra presencia". El líder popular aseguró que las críticas que se están produciendo con motivo del decimosexto Congreso Nacional del PP no van a conseguir "minar su voluntad" porque él no ha cambiado sus posiciones sino que es "el mismo de siempre".
Por eso, avisó que no aceptará que se pongan "en tela de juicio" sus principios y convicciones y explicó que su objetivo es "sumar más españoles" al proyecto del PP, apostando por el diálogo con otras formaciones políticas.
A continuación, y queriendo hacer un ejercicio de "sinceridad", dijo que iba a hablar de lo que está pasando en el PP. "Sé que vivimos un momento difícil, es absurdo negarlo, y sé que muchos ciudadanos que nos dieron su confianza pueden estar desconcertados", señaló, pero afirmó que hay que poner remedio y recuperar la normalidad, teniendo la "absoluta certeza" de que el PP saldrá "reforzado" del cónclave.
Después explicó sus dos objetivos, a los que se entregará "en cuerpo y alma". El primero, defender los principios, ideas y el programa electoral del PP. "Ése es nuestro compromiso y Mariano Rajoy cumple siempre sus compromisos", concluyó.
Respaldo. No hubo fisuras entre los dirigentes regionales del partido que hablaron en el acto, todos cerraron filas en torno al líder. Por su parte, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, aseguró que el Partido Popular está por encima de la "aspiración personal" y avisó que sólo puede ganar las próximas elecciones generales "desde la cohesión y la unidad". Sobre Rajoy, dijo que es un "amigo" al que "le duele el PP", un "buen compañero" y un líder "hecho de abajo arriba".
Por su parte, el presidente del PP valenciano, Francisco Camps, hizo un breve discurso en el que subrayó que el proyecto nacional que defiende el Partido Popular está "excepcionalmente liderado por su presidente, Mariano Rajoy", que, a su juicio, el "mejor líder posible".
