Tras seis días postrado en la cama de un hospital, el segundo de los agentes de la Guardia Civil herido por los altercados en el cuartel de Los Montecillos recibió ayer el alta. No corría peligro su vida, pero sí tuvo que ser intervenido en dos ocasiones por las agresiones sufridas por un grupo de vecinos de esta barriada de Dos Hermanas, que le destrozaron el quinto metacarpiano del pie izquierdo, que tuvo que se reconstruido por completo por el personal de la clínica privada San Agustín.
El agente, que también sufrió la rotura de su brazo izquierdo en la agresión, no volverá, sin embargo, a su vivienda en la casa cuartel, sino a otra, donde se halla "mejor de ánimos" tras verse fuera del hospital, según fuentes de la Guardia Civil. Cabe recordar que este guardia civil fue atacado después de auxiliar a su compañero, que recibió un fuerte golpe con un palo en la cabeza tras mediar con unos vecinos para que dejaran de apedrear el cuartel, en cuyo interior celebraban una fiesta con sus familias.
Mientras continúan los pasos para su recuperación, la Policía Nacional sigue peinando la barriada en busca de los cuatro supuestos autores de la paliza, además de mantener la vigilancia en las inmediaciones del cuartel para evitar que se repitan los incidentes de hace una semana. Incluso se mantiene abierta la alternativa de instalar más cámaras de seguridad en el recinto.
Con tanto despliegue, la barriada se mantiene en calma, casi a la par de los mensajes políticos. En este sentido, el turno le tocó ayer al Ayuntamiento de Dos Hermanas , que abordó los altercados vividos en el entorno del cuartel en su junta de gobierno local. Tras manifestar el deseo institucional de la "pronta recuperación" de los dos guardias civiles, auguró la pronta "vuelta a la normalidad" de la convivencia en este barrio.
El portavoz del gobierno local (PSOE), Agustín Morón, explicó que se tomó conocimiento de la "descripción de los hechos" de hace una semana, cuando varios vecinos lanzaron palos y piedras contra el cuartel. El PSOE, no obstante, no "coincide" en las tesis que apuntan a una "falta de seguridad" en el barrio y en el entorno de la sede del Instituto Armado, que se encarga del tráfico y el Seprona de este sector de la provincia y del Bajo Guadalquivir.
