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Recuerden el nombre de Candemba-Uri

el 18 sep 2011 / 19:14 h.

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Una de las imágenes de la muestra 'Heridos por la emigración'.

Pasan los años y la huella dejada por la aldea de Candemba-Uri (Guinea Bissau) en el fotógrafo Emilio Castro y en el periodista Pepe Bejarano parece indeleble. Podrían, tras haber culminado el reportaje que les llevó allí, haber dado carpetazo y hoy mascullar otros proyectos. Sin embargo, Heridos por la emigración, título de la exposición que hoy inauguran en Fuentes de Andalucía, es, seguramente, una de las mayores empresas que estos dos comunicadores han emprendido a lo largo de sus vidas.

La sensación de que con muy poco dinero se puede hacer mucho allá donde nada hay debe ser demoledora. Por eso el objetivo principal de esta muestra es "recaudar fondos para destinarlos a dotar de infraestructuras básicas" a esta pequeña aldea del corazón africano. Junto a Emilio y Pepe, Umaro Conde es el otro protagonista de la iniciativa. Especialmente porque él, original de aquel lugar, tardó cinco años en llegar a España, trabajó primero como soldador en Barcelona y cuando la crisis le volteó se mudó a Lekeitio (Bilbao) para hacerlo en una empresa de neumáticos. Estos tres hombres, cada uno desde su propia perspectiva, acarician la idea de "seducir a las instituciones" para que apoyen una causa cuya modesta inversión no es proporcional al gozo que causaría.

De momento, Emilio Castro adelanta que el próximo paso será poder exhibir la colección de imágenes en Sevilla. Y el fin último, el ya expuesto, hacer de Candemba-Uri, un sitio más habitable.Guinea Bissau es uno de los países más pobres y olvidados del continente negro. ¿Las razones? "Es un país pequeño con menos de dos millones de habitantes y carece de materias primas que interesen a los países ricos". Las estadísticas son desoladoras: el 49% de la población vive con menos de un euro al día, la esperanza de vida es de 49 años, la tasa de mortalidad es de 195 fallecidos por cada mil niños nacidos y el 39% de los pequeños con más de cinco años trabaja.

"En la aldea viven unas 300 personas, la mayoría de la recolección de frutos y del cultivo de pequeños huertos", explica Emilio Castro. "Hay agua, pero ninguna garantía de que ésta sea salubre. Tampoco existe escuela y el servicio médico es inexistente", según pudo constatar él mismo junto con su compañero de viaje. El asunto no mejora si se visita, pongamos por caso, el hospital de la ciudad más cercana, Bafatá. "El lugar es destartalado, las camas no tienen colchón y la mayor parte del año adolece de medicinas", dice. ¿El resultado? "Una infección de ojos puede dejar ciega a una persona por no poder adquirir un antibiótico".

Ante esta situación, el proyecto que acarician con poner en marcha incluye, además de potabilizar el agua, instalar fuentes y lavaderos públicos. Como medida complementaria "queremos instalar un dispensario que sirva para pasar la visita semanal de un sanitario que se desplazaría desde el hospital de Bafatá. A cambio del compromiso de esa visita semanal a la aldea, suministraríamos material médico al hospital". Mediante un acuerdo con el SAS se formarán equipos de médicos que se desplazarán periódicamente y también quieren gestionar la donación de equipos técnicos. "Superar el analfabetismo e instalar una emisora de radio cedida a Periodistas Solidarios-APS por RNE o Canal Sur" son otros de los futuribles. De momento hay una exposición e infinitas ganas de seguir luchando por esta causa.

DE UTILIDAD

Qué: Inauguración de la exposición Heridos por la emigración, del fotógrafo Emilio Castro.
Dónde: En el Edificio Municipal de la calle Llera y Díaz. En Fuentes de Andalucía (Sevilla). 19.30 horas.
Mesa Redonda: Con motivo de la inauguración hoy tendrá lugar un debate en el que participará el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo.

Objetivos: El principal objetivo de la muestra es conciencia de que con muy poco dinero se pueden hacer muchas cosas en un continente como África. También se pretende asegurar la potabilidad del agua, crear una escuela y mejorar las condiciones de vida de la aldea de Candemba-Uri, en Guinea-Bissau, lugar en el que fueron tomadas las fotografías de las que se compone esta exposición que ahora se presenta. 

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