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Rember, Arenas y Chaves

Un equipo de científicos ha descubierto un fármaco capaz de detener el desarrollo del alzhéimer e incluso de recuperar parte de las funciones perdidas por el cerebro, al que llaman por el nombre de Rember.

el 15 sep 2009 / 15:36 h.

Un equipo de científicos ha descubierto un fármaco capaz de detener el desarrollo del alzhéimer e incluso de recuperar parte de las funciones perdidas por el cerebro, al que llaman por el nombre de Rember. Yo me he alegrado mucho al conocer la noticia, especialmente porque me permite acercarme a una senectud de memoria y porque asegura la ya estabilizada política andaluza de manera permanente.

En las causas del alzhéimer intervienen más de 80 genes y la acumulación de basura en las neuronas. Ahora se podrá luchar contra la enfermedad de manera que el envejecimiento no vaya acompañado por un olvido de la vida, lo que podría ser causa justificada de abandono de la política, especialmente si el gobernante que contraiga la enfermedad no se acuerda de, por ejemplo, a qué partido pertenece

Los populares en Córdoba han revalidado a Javier Arenas y a su equipo nuclear y le han dado el mandato suficiente para que en 2012, si no hay cambios, persista en el intento de convencer a los andaluces de que unos nuevos aires políticos pueden renovar el Gobierno de Andalucía, al que el PSOE hasta ahora tiene en el bolsillo con políticas complacientes. Los populares en Córdoba eligen a su dirigente con absoluta libertad y convencimiento, y en este sentido un Arenas renovado por la ilusión de su familia y la del mantenimiento del objetivo se apresta a recorrer otras 8.432 veces Andalucía (Sanz dixit) en su ilusión de que los electores lo lleven a San Telmo. Chaves, por su parte, no se va a ir, por más que se lo pida el PP, si su partido le renueva y los andaluces lo respaldan, situación que puede ir repitiéndose hasta el infinito.

Yo pensaba que esta cuestión terminaría el día que uno de ellos empezara a perder memoria y no se acordara de su adversario, pero Rember me devuelve la esperanza con la seguridad de que esto no ocurrirá: no perderán la memoria y podrán seguir enfrentándose en las urnas y en el Parlamento por los siglos de los siglos. Pero también puede llevar a una situación que genere ansiedad: "si empecé como Presidente para cambiar Andalucía, qué hago yo aquí después de 26 años si Andalucía está como está". Yo, por si acaso, no quiero tomar Rember.

Consultor de comunicación

isidro@cuberos.com

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