Más de 65 años, viven solos y mal alimentados. El perfil demográfico de Retiro Obrero ha envejecido. Para atender a este segmento de la población, la entidad vecinal propone construir un centro para la tercera edad con comedor y uso cultural en los edificios públicos derribados hace ahora cinco años.
Nueva lucha de Retiro Obrero.
La barriada quiere recuperar su carácter social que, durante la Exposición Iberoamericana de 1929, la convirtió en ejemplo de toda Europa, cuando contaba con servicios inimaginables para la época como colegio, biblioteca, administración, casa de baños y cooperativa o economato, en una zona de viviendas de trabajadores.
Echando mano de su pasado reivindicativo y social, la Asociación Histórica Retiro Obrero (Ahro) vuelve a la lucha y emprende una nueva campaña. Ahora, ante la especulación urbanística, reclama que en los solares donde hasta 2003, en que fueron derribados, se alzaban la administración y casa de baños se levante un centro de la tercera edad con comedor y un centro cultural. Ya cuentan con el apoyo del Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, y están recabando nuevos respaldos en las administraciones públicas.
El presidente de Ahro, Basilio Moreno, argumenta su propuesta en las nuevas necesidades del vecindario, basadas en el informe encargado a la socióloga Carmen Otero Oliva (aplicado sobre los datos del Instituto de Estadística de Andalucía y un cuestionario propio) que describe el nuevo perfil demográfico de la zona.
Según el citado estudio, el 40% de los residentes son de aproximadamente 65 años, un 10% sobre los 75 años, otro 40% representan a los vecinos entre 40 y 65 años, y sólo un 10% son jóvenes. La radiografía también recoge el problema de la alimentación de los mayores, "al encontrar impedimentos en sus salidas habituales de abastecimiento, así como que no pueden llevar pesos", sentencia Otero, quien añade que "no hay que olvidar la desidia de cocinar". Motivos que, según la socióloga, provocan una mala alimentación.
Ante ello, los vecinos reclaman un comedor donde procurar de forma económica y fácil la nutrición de los mayores, así como ofertar una actividad cultural que "sirva de entretenimiento y de enlace generacional". La construcción de este centro beneficiaría, según comentan los vecinos, a las barriadas que rodean tanto a Retiro Obrero como a Santa María de Ordás, Huerta de la Barzola, Cruz Roja, Pío XII, Virgen de los Reyes (Barzola) o Miraflores, entre otras.
Imitar lo antiguo
Con respecto a los solares demandados para este centro, el portavoz vecinal recuerda que los espacios que no eran viviendas con el tiempo cayeron en desuso, después de que desapareciera su último administrador en 1970. Es en esas fechas cuando la Parroquia de la Sagrada Familia empieza a usar alguno de estos espacios, y de acuerdo con las administraciones, retoma el colegio. Luego también utilizan el centro de vecinos, la biblioteca y le dan uso de guardería.
Los edificios de los baños y de la administración siguieron sin uso y en mal estado. Como nadie los reparaba causaban problemas de goteras a los vecinos. Basilio Moreno descubrió entonces que desde 1993 a 1995 un afectado denunció el asunto a Urbanismo. Ante el desconocimiento sobre la propiedad de los terrenos, envió una carta al Instituto Nacional de Previsión, que entonces era el Insalud.
Asegura que al leer calle Amante Laffón -lugar de las fincas- creyeron que se refería al ambulatorio. Ahora también piden que se recupere el diseño de los edificios antiguos desaparecidos, porque creen que "así se conservaría el diseño y la estructura original del barrio".
