"En el caso Marta se nos ha acusado de mil cosas, pero que me digan qué error hemos cometido, que me señalen uno solo, porque no ha habido absolutamente ninguno", se defendió ayer el jefe superior de la Policía Nacional. "No conozco otra investigación con tantas pruebas, ya se verá en el juicio", sentenció.
Enrique Álvarez Riestra eludió toda referencia al caso Marta en su discurso del Día de la Policía, que se celebró en el Palacio de Congresos, salvo por una frase con la que dejó claro su malestar por las críticas que los investigadores están recibiendo, sobre todo de la familia de la víctima: "los policías somos ciudadanos como cualquiera, aunque algunos piensen que somos muñecos del pim pam pum a los que se puede agredir sin consecuencias".
Tras el acto, a preguntas de la prensa sobre las dudas que la familia plantea sobre la labor policial, dejó ver su contrariedad: "Nosotros hemos hecho nuestro trabajo. En ningún caso se ha dedicado tanto tiempo, tantos medios ni tanto esfuerzo, no conozco ninguna otra investigación en la que se hayan reunido 153 evidencias genéticas y se hayan recogido más de 150 testimonios, y eso se verá en el juicio".
"Se han dicho muchas cosas que no son verdad, como que se había estropeado la máquina del ADN y que por eso habíamos tardado en detener a los implicados, pero era mentira, nunca estuvo estropeada, y Dios nos libre porque cuesta 390.000 euros. Se nos ha acusado de mil cosas, de presionar a los detenidos y también de no presionarlos... pero al final están detenidos, y se han declarado autores y se han encotnrado pruebas", insistió. Riestra ahondó en que "nos acusan de haber cometido muchos errores, pero no nos dicen cuáles. Si me señalaran alguno yo lo reconocería, pero es que no se ha cometido absolutamente ninguno".
Lo que sí admitió es que "no se ha llegado adonde nos gustaría, porque no hemos encontrado el cuerpo", pero consideró que "para encontrarlo precisamos la colaboración de los autores porque no tenemos una bolita mágica, y esa colaboración no se ha dado".
Reconoció que tras las primeras declaraciones ante la Policía, en las que los tres supuestos autores de la muerte y desaparición de Marta confesaron el crimen, los investigadores no han podido volver a hablar con ellos "y por tanto no se les ha podido preguntar, porque el tiempo policial ha pasado", pero aún así consideró que hay pruebas suficientes para lograr una condena.
Sí detalló, ante las dudas de que hubiera o no sangre en el dormitorio del piso de Miguel en la que se supone que murió Marta, que sí se encontraron restos en la colcha, "que no se veían a simple vista porque había sido lavada con lejía amoniacal", pero que fueron reveladas cuando se trató el tejido con luminol, una sustancia que cambia de color al contacto con restos de sangre.
Homenaje a un policía fallecido. “La noche que le dio el ictus estaba trabajando, pero se marchó porque se encontraba mal y quería regresar temprano a la mañana siguiente. Ya no se incorporó. Recordaremos para siempre su profesionalidad y su sacrificio”, explicó la presentadora antes de la entrega de la Medalla al Mérito Policial con distintivo rojo concedida a título póstumo al inspector jefe José Manuel Tirado, jefe del Grupo I de la Udyco. Tenía 46 años. Cuando su viuda y su hijo se levantaron para recogerla, el auditorio se puso en pie.
En el acto se entregaron tres Encomiendas al Mérito Civil, entre ellas al comisario Manuel Piedrabuena, responsable último del caso Marta, que ha vigilado personalmente la búsqueda del cuerpo. Fue el único galardonado entre los que trabajan en el caso. Pocos de ellos asistieron ayer, aunque alguno confiaba en que habrá reconocimientos cuando “todo esto acabe”.También se impuso la Cruz de Oficial de la Orden de Isabel la Católica a Arturo Caballero, responsable del gabinete del jefe superior, y se entregaron 77 cruces al mérito a los agentes más destacados. Sólo dos eran mujeres, al cumplirse el 30 aniversario de su incorporación al cuerpo. Finalmente, se destacó a cinco funcionarios y diez personas ajenas al cuerpo por su estrecha colaboración.
