Cultura

Robert Wilson: 'No hagas teatro si no sabes divertirte'

La rueda de prensa de presentación de La dama del mar, pieza de Henrik Ibsen dirigida por Robert Wilson, podría servir como una pequeña lección magistral de este genio texano de la escena. La obra tendrá su estreno absoluto en el teatro Lope de Vega de Sevilla el próximo miércoles y hasta el viernes.

el 15 sep 2009 / 01:18 h.

La rueda de prensa de presentación de La dama del mar, pieza de Henrik Ibsen dirigida por Robert Wilson, podría servir como una pequeña lección magistral de este genio texano de la escena. La obra tendrá su estreno absoluto en el teatro Lope de Vega de Sevilla el próximo miércoles y hasta el viernes.

La dama del mar que verá el público hispalense parte de una adaptación de Susan Sontag sobre la obra homónima de Ibsen, con un reparto encabezado por Ángela Molina y Manuel de Blas. Pero el indiscutible motor del proyecto es el mítico Robert Wilson, que no quiso perderse la presentación a los medios en el Lope. Empezó reconociendo, como en su día lo hizo con la Sontag, "lo poco que me gustaba Ibsen", recordó.

"En Hamburgo vi una representación de La dama del mar y me pareció absurda: todo era como en el XIX. Lo más fascinante es que el texto no es nada naturalista, sino muy surrealista. Una obra sobre una extraña mujer que viene del mar, quizá una sirena, una criatura extraña".

La obra gira en torno a una mujer que vivió junto a su padre frente al mar noruego en un clima de gran libertad, pero que a la muerte de éste contraerá matrimonio con un viudo anciano que hará que se sienta atrapada. Wilson, un director que se caracteriza por relegar la palabra a un segundo plano, en beneficio de elementos como la luz, el gesto o el tiempo teatral, logró que Sontag "creara mucho espacio en el texto, de modo que pudimos desarrollar un teatro muy visual, y también de sonidos", según explicó él mismo.

"El lenguaje visual es universal, la verdad es universal", prosiguió el maestro, para quien "si el actor sabe que está actuando, no podemos creerle". La consigna que el director da a su equipo es clara: "Nunca, en 40 años, le he dicho a un actor lo que tiene que pensar. La dirección tiene que ser únicamente formal: ve más rápido, más lento, más espacios... Y sobre todo, no hagas teatro si no puedes divertirte", agregó.

CAMINAR en escena. El propio Wilson, en parte desentendido de la obra que venía a presentar, se puso en pie en pie en repetidas ocasiones para ilustrar personalmente las dificultades que entraña el trabajo gestual del actor o las posibilidades a la hora de conjugar texto, movimiento y tiempo. "En Nueva York le pregunté a los estudiantes si eran capaces de estar sobre un escenario, si eran capaces de caminar sobre él.

Todos respondían que sí, por supuesto, pero se equivocaban. Sólo aprendes a caminar caminando. Y puedes leer todos los libros que quieras, pero eso no te ayudará a conocer las cientos de maneras de caminar que existen", dijo.

"Lo interesante del teatro es que reúna todas las artes. arquitectura, plástica, danza, literatura...", enumeró el director. "Yo no podría sólo dirigir: la luz, el texto, todo tiene que funcionar junto. Todo está construido como una hamburguesa: pan, lechuga, tomate, pepinillos, carne, mayonesa, mostaza, pan. Si me como la lechuga sólo, estamos hablando de otra cosa. Hay que trabajar en todo a la vez", añadió.

Para concluir, este mito viviente bromeó recordando que, cuando estaba en segundo curso de la escuela elemental, su profesora le preguntó qué quería ser de mayor y el respondió "el rey de España", lo que le valió un informe dirigido a los padres: "El muchacho tiene un problema". También quiso acordarse de Barack Obama: "Es uno de los grandes oradores de nuestro tiempo", aseveró.

  • 1