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Roma actúa contra los mendigos y los limpiadores de parabrisas

Prohibida la mendicidad, los limpiaparabrisas en los semáforos o los grupos de más de dos personas en los parques por las noches: éstas son algunas de la medidas, en ocasiones polémicas, aprobadas por los alcaldes italianos en su intento por aumentar la seguridad y evitar la degradación en las ciudades.

el 15 sep 2009 / 10:04 h.

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Prohibida la mendicidad, los limpiaparabrisas en los semáforos o los grupos de más de dos personas en los parques por las noches: éstas son algunas de la medidas, en ocasiones polémicas, aprobadas por los alcaldes italianos en su intento por aumentar la seguridad y evitar la degradación en las ciudades.

A todo ello además hay que unir los más de 3.000 militares que patrullan las calles de las principales ciudades del país transalpino. Parece que Italia se emborracha de seguridad.

Los alcaldes italianos cuentan desde esta semana con mayores atribuciones para prevenir y hacer frente a problemas de seguridad, con la firma de un decreto del ministro de Interior, Roberto Maroni. Tras la rúbrica del decreto de "incolumidad urbana y seguridad pública", Maroni pidió a los alcaldes "creatividad" para plasmar sus nuevos poderes en medidas concretas y éstos no se han hecho de rogar, independientemente de su signo político. Algunas de las ordenanzas ya han sido aprobadas por los alcaldes dentro sus atribuciones antes de la firma del decreto de Interior, pero ahora han anunciado toda una nueva batería de nuevas ideas.

Sin embargo, la "creatividad de los alcaldes" también ha generado críticas y marchas atrás, como el caso del alcalde de Roma, el conservador Gianni Alemanno, con su proyecto de prohibir rebuscar en los contenedores de basura para evitar que caiga a la calle y la ensucie. Las protestas de las asociaciones caritativas como la Comunidad de San Egidio, que explicaron que muchos pobres sobreviven gracias a lo que consiguen buscando en la basura, hicieron que sólo unas horas tras el anuncio, Alemanno dijera que la medida será estudiada con más calma.

Otra medida polémica, pero ya en marcha, viene del alcalde de Novara, Massimo Giordano, de la federalista Liga Norte, quien ha prohibido con multa de 500 euros que grupos de más de dos personas puedan pararse en los parques durante la noche. El objetivo es acabar con "la situación de degradación del ambiente urbano" y limitar las molestias a la calma pública, aunque según la oposición recuerda a la prohibición del derecho de reunión de la época de Benito Mussolini.

En Venecia se ha prohibido la mendicidad por las calles, así como en Verona, Trieste y Asís, ciudad esta última donde el motivo es "salvaguardar los lugares de culto", a cuyas puertas se suelen situar los mendicantes, y "la decencia".

El ayuntamiento de Florencia fue el primero, hace ahora un año, que prohibió limpiar los cristales en los semáforos a cambio de dinero, con penas de hasta tres meses de cárcel, medida que creó divisiones en el entonces gobierno de Romano Prodi. El ejemplo ha sido seguido por Trieste y otras ciudades como Roma han anunciado que en breve adoptarán procedimientos similares contra los limpiaparabrisas, labor que con frecuencia realizan los inmigrantes en los semáforos.

Los inmigrantes son también los destinatarios de una ordenanza del alcalde de Cittadella, Massimo Bitonci, pues deben demostrar unos ingresos mínimos de 5.000 euros anuales para lograr la residencia, iniciativa también adoptada en Biasson, Cogliate, Laz-zate, Lesmo y Seregno, todas ellas del norte del país.

En la norteña Adro, desde hace dos años existe una prima de 500 euros para los policías que arrestan inmigrantes ilegales, aunque según medios locales desde la aplicación de esta medida sólo se ha detenido a cuatro.

Los clientes de la prostitución se han convertido también en objetivo de los alcaldes de Verona, Vicenza y Padua.

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