Koffi Ndri Romaric sólo se plantea jugar en el Sevilla. Así se lo ha transmitido ya al Le Mans, su club, cuyo presidente quiere sacar el máximo dinero posible en la operación y está dispuesto a hacerse fuerte con tal de retener al futbolista, pese al deseo de éste.
Romaric lanzó ayer un mensaje claro a los dirigentes del club francés en las páginas del diario L'Equipe. "Tres años en el Le Mans son suficientes. He tomado mi decisión y me iré. ¿Que el presidente ha cerrado la puerta al Sevilla? Ese es su problema. En mi mente sólo está marcharme. El 9 de julio comenzaré a entrenarme y será con el Sevilla. Ya me dieron el plan de pretemporada y es el que voy a seguir. El Le Mans se ha acabado. Y me alteran porque yo siempre he sido justo y les he respetado. Tal vez me impidan ir a Sevilla, pero necesito otro desafío y estará en otra parte, no en el Le Mans. Tengo muy claro que no volveré", afirma el costamarfileño.
Según Henri Legarda, presidente de la entidad gala, las diferencias que existen entre lo que ofrece el Sevilla y lo que él pide son grandes. El club de Nervión intenta que la operación se cierre cuanto antes y hasta la ha visto siempre factible, pero no está dispuesto a pagar más de lo que estima acorde al fichaje. En principio, el Le Mans accedería a traspasar a Romaric por unos ocho o nueve millones de euros.
La presión del jugador. Sin duda, el deseo del futbolista de jugar en el Sevilla, indiscutible a tenor de sus declaraciones, va a tener mucho peso en esto. Le quedan dos años más de contrato, pero no piensa cumplirlos y buscará cualquier solución con tal de marcharse; al igual que el Le Mans, en su caso para retenerle. En este sentido, el hecho de que sea público que Romaric ha pasado un reconocimiento médico en la capital hispalense y que incluso él mismo reconozca que tiene ya el plan de trabajo en su poder podrían ser argumentos utilizados por la entidad gala para defender sus intereses.
Pese a todo, la sensación es que las distacias económicas de las que se ha hablado no son insalvables. Otra cosa será que el Sevilla haga una contraoferta que acabe convenciendo a los dirigentes franceses.
Mientras tanto, el club de Nervión sigue a la espera de cerrar otras operaciones. La más importante, la de Daniel Alves, gracias a la cual puede obtener una suma de dinero muy importante que le permitiría invertir en fichajes de peso. En el caso de Fernando Navarro, su deseo es jugar en el Sevilla y sólo está a la espera de que el brasileño recale en el Barcelona. Keita, mientras, cuenta las horas para que depositen los 14 millones de su cláusula.
