El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, admitió ayer que la puesta en libertad de Astrid Bushi, el supuesto líder de la banda que asaltó la casa de José Luis Moreno, es un "hecho gravísimo", por lo que colaborarán con la justicia para aclarar lo ocurrido y adoptar las medidas oportunas.
En rueda de prensa en Barcelona, Rubalcaba recordó que el Ministerio de Interior ha abierto una investigación por el "error" que posibilitó la liberación de Bushi y anunció que cuando dispongan de los informes que han encargado a la Guardia Civil y a la Policía Nacional lo remitirán al juez de instrucción. Una vez que se hayan aclarado los hechos, el ministerio tomará las "medidas oportunas", según Rubalcaba.
El ministro rechazó que se pueda hablar de un episodio de "descoordinación" policial y judicial y subrayó que se trata de un "hecho gravísimo" que, si bien ha despertado una "lógica alarma social", es un "caso absolutamente excepcional".
Por su parte, la portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Gabriela Bravo, defendió ayer que el juez de Alcobendas ante el que compareció Bushi "no necesitaba" saber "qué tipo de delincuente" tiene delante para adoptar la resolución de la causa que está conociendo. "El no puede decidir en base a otro procedimiento sino a los indicios que hay en esa causa", aseveró Bravo. En declaraciones a la Cadena SER, añadió que son la acusación particular o el Ministerio Fiscal los encargados de solicitar la prisión provisional del acusado.
Sobre la investigación abierta por el CGPJ para esclarecer los hechos, Bravo indicó que las labores de inspección se extenderán a lo largo de un mes y una vez realizado este documento la comisión disciplinaria establecerá si incoa diligencias informativas.
