El Correo
Hace un año, la Policía Nacional detectó que en la Jefatura de Blas Infante faltaban más de 100 kilos de cocaína custodiada por sus especialistas. Hoy aún no se sabe quiénes son los culpables, pero el ministro del Interior insiste en que la investigación "avanza" y la juez responsable trabaja con diligencia para aclarar los hechos.
Tras presentar en Jerez de la Frontera (Cádiz) una campaña de la Dirección General de tráfico, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, atendió a los medios y defendió el trabajo que se está desarrollando para aclarar qué pasó en la Jefatura de Policía, cómo se sustrajeron los cien kilos de droga, quiénes fueron los culpables y cuándo se produjo exactamente el robo. Rubalcaba aseguró que la investigación oficial "avanza" y que el trabajo "se está haciendo" de forma oportuna. En sus breves palabras, el ministro garantizó que "hay una jueza trabajando en el tema" -la del Juzgado de Instrucción número 19, que se hizo responsable del caso en 2008- de forma constante y recordó que todo el proceso es "secreto", de ahí que la Dirección General de la Policía no esté dando detalles, para no interceder en el caso. Rubalcaba añadió que quien cometió el robo "sabía perfectamente lo que estaba haciendo", aunque insistió en el buen hacer de los policías nacionales de Sevilla.
En esta ocasión, el ministro eludió comprometerse más allá, como hizo en sus últimas declaraciones sobre el caso, en marzo, cuando prometió en que la investigación estaría resuelta "en poco tiempo". De hecho, tanto él como el delegado del Gobierno central en Andalucía, Juan José López Garzón, prometieron rápidas detenciones y una investigación urgente sobre el caso nada más saltar la noticia a los medios, unos dos o tres meses después de que efectivamente se produjera el robo.
Por el momento, sin embargo, la investigación sólo ha cristalizado con cuatro detenciones que se conocieron el 17 de marzo pasado. Dos de las personas quedaron libres de seguido y las otras dos, el pasado abril, tras pasar un mes en prisión. No ha trascendido el tipo de relación que tienen con el robo, pero sí que ninguno de ellos pertenecía al Cuerpo Nacional de Policía, cuya Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco) es la que usa de forma casi exclusiva las dependencias en las que se custodiaba la droga desaparecida y quien tiene la llave de acceso. En un informe elevado en febrero al juzgado, la Policía fijó el robo de los estupefacientes entre el 1 de febrero de 2008, cuando la droga se expuso en rueda de prensa, y el 25 de abril de ese año, cuando se detectó su ausencia al ir a enviarla a Toxicología.
