Rubén Castro descansa durante un entrenamiento.
Rubén Castro ha vuelto a ser infiltrado este lunes en la Clínica Dexeus de Barcelona del problema que sufre en la espalda, en concreto, de su pseudo ciatalgia derecha de origen mecánico secundaria al síndrome compartimental del piramidal derecho.
El jugador, como ya ocurriera hace menos de dos semanas, deberá guardar dos días de reposo y reincorporarse luego a los entrenamientos, por lo que está prácticamente descartado para el choque del jueves en el Nuevo San Mamés, aunque es posible que tenga opciones de reaparecer el domingo ante el Villarreal si todo marcha de manera satisfactoria, como parecía marchar la semana pasada, hasta el entrenamiento del sábado.
Según el protocolo médico al que está siendo sometido, Rubén Castro puede que tenga que pincharse hasta una tercera vez si las molestias no acaban de desaparecer. Caso de que el tratamiento conservador con infiltraciones no dé resultado, Rubén Castro podría verse obligado a pasar por el quirófano, lo que le tendría dos o tres meses de baja. En todo caso, será el doctor Enric Cáceres quien decida. De momento, habrá que estar muy pendientes a su evolución.
El jugador, que ya fue infiltrado el 13 de septiembre por vez primera, se perdió el choque ante el Valencia del domingo 15, y se encontraba la semana pasada en diposición de reaparecer. Lo hubiera hecho el jueves ante el Lyon en los minutos finales del partido, de no haberse lesionado Perquis, tal y como reconoció el propuio Pepe Mel.
El pasado viernes volvió a entrenar perfectamente, como había hecho durante toda la semana, y estaba dispuesto a ser titular el domingo ante el Granada, pero un mal gesto al tratar de esquivar un balón en el entrenamiento del sábado provocó su recaida y su posterior descarte, ya el mismo domingo.
Rubén Castro viajó la mañana de este lunes a Barcelona y fue tratado en la Clínica Dexeus, pese a ser festivo en la ciudad condal por las Fiestas de la Mercé. A media tarde ya estaba de regreso en Sevilla.
