Sigue el montaje del mercado de abastos, de su instalación eléctrica, de las escaleras... y la madera está lista para su ensamblaje. En las instalaciones de Sacyr en el polígono El Pino hay pino suficiente para continuar con las tareas para recubrir los parasoles, puesto que la pasada semana llegaron, por fin, dos camiones de Alemania. Ajenos a la polémica, los responsables de la obra de la Encarnación siguen trabajando, a la espera de lo que pueda ocurrir mañana en el Pleno extraordinario donde el Gobierno local decidirá si rescinde el contrato con Sacyr y convoca otro concurso o si, en contra del dictamen del Consejo Consultivo, sigue adelante con el proyecto, lo que parece más probable.
"Oficialmente no nos han dicho nada, así que el contrato y el proyecto siguen en marcha. Estamos esperando al Pleno para reunirnos con el Ayuntamiento, que nos tendrá que comunicar su decisión", apuntaron ayer fuentes de Sacyr que no quisieron valorar los números: parar la obra costaría 24 millones, casi lo mismo que terminarla.
La constructora no confirmó ni desmintió que la rescisión del contrato cueste 15 millones de euros, a los que habría que sumar tres por las medidas de seguridad para paralizar las setas y otros seis en concepto de daños y perjuicios.
La subida presupuestaria rechazada por el Consultivo es de 30 millones (en total, el coste se disparó de 51 a 89,7 millones).
Por ahora, la empresa sigue con sus planes: abordar el montaje de la madera de los seis parasoles a la vez a partir de agosto, con hasta tres turnos de trabajo. Incluso se simultanearía el ensamblaje del puente metálico que cruza hasta la plaza de la Encarnita. Sólo así se cumplirían los plazos dados por alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, quien anunció que la obra acabaría el 31 de diciembre de 2010 y que a finales de julio les daría la llave del mercado a los placeros, que reabrirían entre el 10 y el 20 de septiembre. Precisamente los placeros han exigido que las obras se terminen ya para poder acabar con 37 años de provisionalidad.
El comercio pide que los trabajos acaben «ya o ya»
Los comerciantes del centro señalaron ayer que, independientemente de las responsabilidades futuras que deban exigirse, el proyecto de la Encarnación debe terminarse "ya o ya".
El presidente de Alcentro, Enrique Arias, indicó se deben exigir indemnizaciones, no sólo a la constructora, sino también al comercio como parte perjudicada. "Entendemos que el precio es excesivo, pero después de cuarenta años ahora no pueden decir que hay un desfase presupuestario y paralizarlo", advirtió Arias, quien añadió que una vez que se ha llegado hasta aquí, "hay que ir hasta el final".
El PP tilda el proyecto de «capricho» del alcalde
El PP quiere plantear en el Pleno extraordinario de mañana una solución "sensata" para el proyecto de la Encarnación. Después de que el Consejo Consultivo haya dictaminado en contra de la modificación presupuestaria del Metropol Parasol, el portavoz popular, Juan Ignacio Zoido, aseguró ayer que planteará "la mejor salida para que el impacto sea el menor posible".
Según explicó, el PP está analizando los aspectos jurídicos y técnicos que rodean la modificación presupuestaria promovida por la Gerencia de Urbanismo para incrementar, en un 50,17%, los fondos destinados a los parasoles.
En declaraciones a los medios de comunicación, el portavoz del PP en el Ayuntamiento explicó que su partido está estudiando aún qué posición adoptar en el Pleno extraordinario que se celebrará mañana, en el que se decidirá si se paralizan o no las obras adjudicadas a Sacyr. Zoido advirtió de que "el desfase presupuestario" del proyecto va a "pasar a la Historia".
"Es un proyecto megalómano, un capricho del alcalde", dijo en alusión a Alfredo Sánchez Monteseirín, porque "este proyecto nunca se hubiese iniciado con un gobierno del PP", sentenció Juan Ignacio Zoido.
