Cinco años después, la hermandad de San Esteban recobrará la senda de la normalidad. La corporación de la Puerta de Carmona dice adiós al comisionado episcopal y abrirá un proceso electoral para elegir en diciembre a su nuevo hermano mayor.
Así lo ha confirmado a este periódico el propio comisionado episcopal nombrado por Palacio en diciembre de 2007, Jesús Creagh Álvarez de Toledo, quien después de casi un lustro al frente de la hermandad ya ha creído llegado el momento oportuno de soltar las riendas de la corporación del Martes Santo para que comience a funcionar con la normalidad deseada.
Este jueves Creagh presentará en el Arzobispado el censo de los hermanos y la solicitud para la convocatoria de elecciones en el mes de diciembre.
A la misma ya se anuncia la concurrencia de una "candidatura de consenso", integrada por personas de peso dentro de la hermandad, con formación académica y cristiana, y encabezada por uno de los integrantes del equipo de colaboradores del comisionado. Se trata de Antonio Burgos, un economista de 40 años, con una larga trayectoria en la hermandad, colaborador en el área económica del comisionado, y sin implicaciones en las distintas facciones o grupos que antaño tuvieron un protagonismo no deseado en la vida de hermandad.
Aunque Palacio no podrá impedir que concurra una segunda candidatura a estas elecciones, Creagh pone el acento en la conveniencia de que concurra una sola lista cerrada. "La existencia de dos candidaturas podría no dar lugar a paralizar el proceso pero sí a crear un malestar que podría dividir a la hermandad, crear tensiones y disensiones y poner en peligro la labor que sea hecho. Lo lógico es que se intente evitar por la vía del diálogo".
Con una nómina rebajada ahora a 3.200 hermanos tras una rigurosa regularización del censo, San Esteban da carpetazo así a una etapa de reconstrucción de su vida interna en el que se han resuelto problemas de convivencia, asuntos económicos pendientes y tensiones con los grupos de costaleros.
