Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Rusia, Francia, Gran Bretaña y China), junto a Alemania, decidieron imponer nuevas sanciones a Irán por no contestar a las propuestas para detener su proyecto nuclear.
Según dijo el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Gonzalo Gallegos, los seis países mantuvieron una conversación telefónica al más alto nivel y decidieron avanzar en las medidas de presión, después de que Irán no cumpliera el plazo que tenía para aceptar el conjunto de incentivos económicos, a cambio de renunciar a su programa nuclear.
Irán anunció, al fallar con el plazo previsto, que daría su respuesta por escrito el martes, pero EEUU avanzó que habrá medidas punitivas por no haber emitido una contestación de manera apropiada.
"Está claro que el Gobierno de Irán no ha cumplido con la demanda de la comunidad internacional de detener su programa de enriquecimiento nuclear y no está ni siquiera interesado en intentarlo", dijo el domingo Richard Grenell, portavoz de la misión estadounidense ante la ONU.
Por su parte, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, afirmó el sábado que su país "no renunciará ni a un ápice" a su derecho nuclear.
Los países occidentales acusan a Teherán de querer desarrollar armas nucleares bajo la tapadera de un proyecto civil destinado a la generación de electricidad.
Irán insiste en que su programa de enriquecimiento de uranio no tiene fines militares y persigue exclusivamente la generación de energía.
No obstante, el gobierno iraní anunció ayer que ha probado con éxito el lanzamiento de un misil mar-mar de 300 kilómetros de alcance, según el comandante del cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, el general de división Mohamed Ali Yafari.
