Economía

Sando quiere soltar lastre en el nuevo barrio de Santa Bárbara

La constructora andaluza Sando acometerá este año un proceso de desinversiones en activos por valor de 300 millones de euros, y entre las filiales en las que quiere soltar lastre se encuentra DUSE, la que acometerá el mayor proyecto urbanístico de Sevilla, el Distrito Santa Bárbara.

el 15 sep 2009 / 03:13 h.

La constructora andaluza Sando acometerá este año un proceso de desinversiones en activos por valor de 300 millones de euros, y entre las filiales en las que quiere soltar lastre se encuentra DUSE, la que acometerá el mayor proyecto urbanístico de la historia de la capital hispalense, el Distrito Santa Bárbara, en Sevilla Este.

En estos momentos, y tras ceder parte del capital en 2006, el grupo malagueño controla un 64,5% de DUSE, un 24,5% está en manos de la promotora Realia y la propiedad restante es de Noralia, participada, a su vez, por esta última y Noriega. El objetivo de Sando, reveló ayer su vicepresidente y consejero delegado, Luis Sánchez Manzano, es reducir su porcentaje en el accionariado aunque, apostilló, sin perder la mayoría.

Tres claves tendría esta operación. Los terrenos de Santa Bárbara -ya incluidos en el PGOU de Sevilla y, por tanto, con garantizado desarrollo urbanístico- constituyen hoy por hoy la principal reserva de suelos de Sando y, de hecho, tasadoras independientes le otorgan 1.200 de los 3.169 millones en que están valorados los activos totales inmobiliarios de la compañía. Por otro lado está la propia ralentización del negocio inmobiliario, que aconseja menguar la presencia en éste y acometer con los recursos obtenidos otros proyectos. Y tercero, la deuda financiera asociada a DUSE, que computa por entero en el balance consolidado de la constructora.

Pero Sánchez Manzano, quien presentó ayer en Sevilla los resultados de su firma correspondientes al pasado ejercicio, sugirió la existencia de cambios respecto a los planes iniciales y que pasarían por hacer viviendas a precios más asequibles.

En efecto, la nueva barriada estaba concebida para 17.347 viviendas, de las que el 30% han de ser de protección oficial (VPO). Pero el resto, en principio de renta libre, tendrá un precio "parecido" o que "compita" con la VPO y que incluso pudiera ser "susceptible" de ser considerado como tal en el nuevo Pacto por la Vivienda firmado entre la Junta de Andalucía, los sindicatos y la patronal CEA. Estaríamos hablando, pues, de la fórmula de pisos a precio tasado.

Una última idea. En febrero pasado, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, Emilio Carrillo, señaló que una de las tres áreas de expansión urbanística más retrasadas en la primera fase del PGOU (2007-2011) era precisamente Santa Bárbara.

Incursión. Escasa es la experiencia del grupo malagueño en VPO, al limitarse a varias actuaciones, siendo viviendas en régimen de alquiler con opción a compra en la Comunidad de Madrid. Sánchez Manzano, no obstante, precisó que habrá una mayor apuesta por ella. No en vano, agregó, ha alcanzado una alianza con la inmobiliaria andaluza Dolmen, especializada en ese segmento de los pisos de protección oficial.

El director general de Servicios Corporativos de la constructora, Francisco Javier Gestoso, explicó que la reserva total de suelo de la compañía suma 21.700 viviendas, de las que 5.600 corresponde a su actividad en el extranjero (Polonia y Hungría) y 12.000 serían las correspondientes a Santa Bárbara, lo que da idea de la importancia que tiene el nuevo distrito hispalense para Sando.

Mientras, el vicepresidente comentó que la citada meta de cosechar unos 300 millones por desinversiones lógicamente contribuirá a reducir el endeudamiento financiero de Sando, pero el destino fundamental de los dineros (liquidez) así labrados será la política de expansión. Tales salidas se ceñirán a la cartera inmobiliaria en España -que, aunque estrenada a finales de los años ochenta, no fue hasta hace un lustro cuando tomó cuerpo en una empresa, Sando, que se centraba en la obra civil-, frente a una aventura internacional, la de la Europa del Este, que se va a reforzar. La cuarta parte del volumen de facturación del grupo es ladrillo para vivir.

En concreto, al cierre de 2007 la deuda con bancos y cajas de ahorros de duplicó, y con creces, hasta los 1.432,50 millones de euros -de los que 957 millones eran a largo plazo- debido, principalmente, a la adquisición de la inmobiliaria Agofer, ya fusionada con el grupo, y a la carga soportada por los suelos (caso de Santa Bárbara, unos 230 millones).

"Este endeudamiento lo podemos soportar bien gracias a los recursos que generamos y la plena confianza que nos ha mostrado la banca", explicó Luis Sánchez Manzano. En este sentido, lamentó el cierre del grifo del crédito que dispensa ahora la banca al sector.

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