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Se acabó el azúcar

Me quedo con unas palabras de Tapia, entrenador del Málaga, al término de su partido contra el Sevilla: "La clave de nuestra victoria ha sido la tensión con la que hemos afrontado el partido y la solvencia con la que hemos tapado la segunda línea del Sevilla".

el 15 sep 2009 / 17:42 h.

Me quedo con unas palabras de Tapia, entrenador del Málaga, al término de su partido contra el Sevilla: "La clave de nuestra victoria ha sido la tensión con la que hemos afrontado el partido y la solvencia con la que hemos tapado la segunda línea del Sevilla". El juego ofensivo de los de Nervión se ha caracterizado, en estos tiempos de bonanza, y además del compromiso, por la multitud de variables que ofrece. Además de los delanteros, ya de por sí distintos y complementarios, el Sevilla ha construido sus plantillas con mediocentros ofensivos y variados (Maresca, Renato, Keita), extremos (de verdad) polifuncionales (Navas, Capel, Adriano, Puerta, Reyes), centrales cabeceadores (Fazio, Alfaro, Drago) y laterales como puñales (David, Alves), sabiendo que el gol no sólo viene de los delanteros, y manejando con esmero las estadísticas que dicen que, cuantos más efectivos y más variados sumes al ataque, más dificultad tendrá el rival para preverlos y, consecuentemente, contrarrestarlos. Esa es la segunda línea, la que tantas variables ofensivas y tantos goles ha suministrado al Sevilla goleador y, por ende, triunfador. Es la que Tapia, como cualquiera que ponga un poco de interés en esto, analizó y neutralizó. La victoria del Málaga fue justa, igual que lo fueron las del Sevilla contra el At. Madrid y en Almería. Justas y basadas en un gol más o menos tempranero, la tensión por bandera y una defensa sin fisuras. El problema no es perder, que tiene que pasar, sino cómo y con quién. Esto es la élite, y es inevitable perder, pero, para ganar títulos, hay que seguir un guión y el Sevilla, a diferencia del resto, se suele salir. Da rabia fracturar la línea de los records (partidos sin perder, sin encajar goles?) contra el Málaga y con gol de ¿Adrián?. Hace dos años, el Málaga y Duda en casa, el pasado, el Nástic allí y el Almería aquí. ¡Que lo rompa el Madrid con Van Nistelrooy, el Valencia y Villa o el Barça con quien quiera!. Sin guión no hay película, y, sin película, no hay oscar. Y sin tensión, nada de nada. El miércoles en Ponferrada decían en la radio que "el de 2a B parecía el de 1a y viceversa", Jiménez histérico en el banquillo, y la indolencia imperando. Los dos últimos partidos perdidos, sin convertir un solo gol, y contra un recién ascendido y uno de 2a B. Sería peligroso confundir racha con inercia.

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