El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, felicitó ayer a la Policía por las últimas detenciones de etarras, entre ellos el "cabecilla" de la banda terrorista, y garantizó que la lucha contra ETA es "imparable". En un acto en Valladolid para conmemorar el 30 aniversario de las primeras elecciones municipales de la democracia, Zapatero se refirió a la detención del etarra Jurdan Martitegi y otros ocho presuntos miembros de la banda. Nada más comenzar su intervención, Zapatero remarcó su compromiso a acabar con ETA "para que la libertad y la paz reinen en Euskadi y en el conjunto de España". En el mismo acto, los socialistas rindieron homenaje al concejal de Mondragón asesinado por ETA el año pasado Isaías Carrasco, una muerte de la que Zapatero recordó "la tristeza, el dolor y la rabia" que sintió cuando le comunicaron este asesinato, el penúltimo día de la campaña de las elecciones generales de 2008.
Pero "como ocurre cuando se defienden ideales", esa rabia y ese dolor se convirtieron poco después en más ganas de defender sus ideas y en alcanzar la paz escuchando cómo Sandra, la hija de Carrasco, "cogía el testigo en defensa de la libertad", para insistir en el mensaje de que "os puedo asegurar que terminaremos con esta lacra histórica".
Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, al igual que el resto de sus compañeros del Ejecutivo, felicitó ayer a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado por la detención de Martitegi Lizaso, y se mostró convencida de que "más pronto que tarde" los demócratas ganarán la partida a los terroristas.
