Si hay dos grupos especialmente damnificados por el retraso de la edad de jubilación y por el aumento de los años de cotización son los jóvenes y las mujeres. El primero de los dos colectivos ahora se incorpora más tarde al mercado laboral y, por tanto, lo tiene complicado para llegar a la cota marcada por el Gobierno. El segundo, porque suele interrumpir su cotización para el cuidado de los hijos.
Por ello, el acuerdo reconoce a mujeres y hombres, en igualdad de circunstancias, nueve meses de cotización por hijo, con un máximo de dos años, en el caso de que hayan interrumpido su vida laboral para el cuidado de hijos nacidos o adoptados. Fuentes del Ministerio de Trabajo advirtieron ayer de que esta posibilidad no estará abierta a todos los padres y madres, sino únicamente a aquéllos que hayan dejado su trabajo para cuidar de sus hijos.
Gobierno y sindicatos se pusieron también de acuerdo en reconocer a los jóvenes como periodos cotizados la participación en programas formativos o de investigación. Será necesario que el becario haya acabado la carrera y, además, la empresa tendrá que pagar por él una cantidad, por definir, a la Seguridad Social.
En las bases del acuerdo pactadas hasta ahora habrá un periodo retroactivo de cuatro años a partir del momento en que entre en vigor la reforma de pensiones. Lo más probable es que la reforma opere a partir de 2013, por lo que el periodo retroactivo se extenderá hasta 2009.
En estos momentos, para cobrar la pensión íntegra un trabajador debe haber cotizado 35 años. A partir de ahora, para jubilarse a los 65 años y, además, percibir toda la prestación el periodo a cotizar aumenta a 38,5 años. ¿Qué significa?
Primero, que se exige la incorporación al mercado laboral como máximo a los 26 años y medio, y esto perjudicaría a los estudiantes con carreras largas, a los rezagados y a quienes realizan prácticas o amplían su formación una vez que han concluido los estudios.
Segundo, que no llegar a esos 38,5 años de cotización implica necesariamente un retiro del mercado laboral a los 67 años.
Y tercero, que el empleado tiene menos margen para acceder a ciertos beneficios laborales como las excedencias para, por ejemplo, irse al extranjero a aprender idiomas o completar su formación.
El secretario general de Juventudes Socialistas (JSE), Sergio Gutiérrez, celebró que compute el periodo de tiempo en el que un joven ha disfrutado de una beca. "Vuelve a demostrar el compromiso del Ejecutivo con los jóvenes", señaló.
