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Shakespeare llevado al límite en el ensayo experimental 'Otel.lo'

La película, ópera prima de su realizador, se proyectó en el ciclo ‘Nuevas olas'.

el 08 nov 2012 / 22:00 h.

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Ponerse bajo el paraguas de William Shakespeare tiene sus riesgos, pero cuando la empresa se salda con éxito, el producto final puede resultar excelente. Todo es extraño en la película Otel.lo. O más bien habría que hablar de ensayo cinematográfico, de película experimental, o de eso que durante tantos años se llamó cine de arte y ensayo.

El director Hammoudi Al-Rahmoun Font (Barcelona, 1978), de padre sirio y madre catalana, presentó ayer en el Festival de Cine Europeo su ópera prima, una obra, presentada en el ciclo Nuevas Olas, que ha sido rodada con un presupuesto muy bajo, apenas 20.000 euros. Rodada en 3 días, Otel-lo "cuenta con un equipo integrado por graduados de la Escuela Superior de Cine de Cataluña y con la colaboración de los actores Youcef Allaoui, Ann M. Perelló y Kike Fernández". Incluso el propio cineasta se deja ver delante de la cámara a lo largo de un magnético relato en el que se se aborda "con humor negro, las relaciones entre vida y arte"; en concreto en la relación entre director-actor, que según el propio Al-Rahmoun es "una relación peligrosa y siempre me planteo qué responsabilidad tiene el director cuando un actor se entrega a él y dónde están los límites éticos en esta conducta"."He pretendido realizar una reflexión sobre la moral en el proceso creativo y sobre los límites entre el artificio de una realidad y la verdad en una ficción, a partir del texto original de Shakespeare", dijo ayer el responsable de una obra a menudo sinistra y poseedora de un maquiavélico humor negro.

El argumento es sencillo: "En un rodaje del Otelo de Shakespeare se celebra un casting minucioso (rayando en lo abusivo) para una adaptación intensa y arriesgada. Al frente hay un director dispuesto a sacar el máximo de sus actores, sin escrúpulos morales, legales ni sexuales. Toda una sabandija que con tal de mostrar pasiones, intrigas y celos candentes en la pantalla se esforzará al máximo para crearlos en la vida real, con pasmosas y cómicas consecuencias. Sólo que la frontera entre los hechos y la imaginación se desdibuja, y los límites de la representación se ponen en juego", explica Al-Rahmoun.
"Cuando estudiaba en la escuela de cine montamos un macro-casting. Desfilaron centenares de actores ante mí. De toda la gente que entrevisté recuerdo un señor de unos 50 años. No recuerdo su nombre ni su cara pero 10 años después todavía recuerdo cómo le temblaba la voz mientras nos decía su nombre. Se me encogió el corazón. Yo tenía 20 años y ese hombre podía ser mi padre. Ese día me di cuenta del poder de un director, de lo vulnerable que podía a llegar a sentirse un actor y de la responsabilidad que iba a tener en el futuro con la gente que se iba a poner en mis manos", recordó ayer el creador de Otel-lo durante la presentación del filme.

De aquella experiencia marcada a fuego en su memoria surge ahora esta película debut -de corta duración, 69 minutos- producida por Escándalo Films dentro de un ambicioso plan para dar la primera oportunidad realizadores recién paridos por las escuelas de cine. El trabajo previo de Al-Rahmoun ha explorado en el formato del cortometraje historias que cruzan realidad y ficción, también ha creado producciones que cruzan los registros de la performance y la danza. Una cinta como Otel.lo es pasto de festivales de cine, la cartelera convencional no habitúa a dar cabidas a propuestas tan a contracorriente. Puede recuperar su visionado hoy en el calendario del Festival de Cine de Sevilla.

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