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"Si apareciese el cuerpo nos daría igual la sentencia"

El abuelo de Marta del Castillo ha sido el primer miembro de la familia en llegar a los juzgados del Prado.

el 17 oct 2011 / 06:57 h.

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  • Poco después de las 8.30 llegaba a los juzgados del Prado el abuelo de Marta, José Antonio Casanueva, quien ha asegurado que si apareciese el cuerpo de su nieta, les daría igual la sentencia de este juicio que empieza hoy, dos años y medio después de que la joven sevillana desapareciese.

    Casanueva asegura que "es duro encontrarse con los acusados" y que la familia ya lo tiene todo perdido. Por otro lado, asegura que ya tienen experiencia en un juicio similiar con la causa que enjuició al menor, el 'Cuco' y que vienen "con rabia y con dolor".

    Sobre las 09.10 horas llegaba el tío de Marta, Javier Casanueva,  que ha declarado a los periodistas que, aunque la familia se  encuentra algo más fuerte, "no hay psicólogo que te prepare para  esto". "Esperamos poco de este juicio, lo único que nos queda es que  haya un error y pedir justicia", ha subrayado.

    Casanueva ha insistido en este sentido en que las esperanzas de  encontrar el cuerpo de Marta "nunca se pierden, pero ya son pocas o  casi nulas". También ha remarcado la posibilidad de que otras  personas, como la menor de Camas, estén implicadas en el suceso.  

    Todos los abogados están ya en la sala, incluida la letrada de Miguel Carcaño. También han entrado los padres de Marta, su tío, Samuel Benítez y el fiscal del caso. 

    Unos 15 minutos antes de las diez, ha llegado un furgón de la Guardia Civil con Miguel Carcaño en su interior hasta el garaje de la Audiencia, donde le esperaba un fuerte dispositivo policial.

    En las puertas de los juzgados también había numerosas personas de la plataforma Marta del Castillo y gente de todas partes de la ciudad que, ataviados con una camiseta de 'Todos somos Marta', han ido a apoyar a la familia en estos momentos. Una de ellas, Trinidad Díaz, vecina de los padres de la joven que ha pedido "justicia" para que "los acusados y la gente de la calle no se crea que pueden hacer lo que les de la gana sin consecuencias".

    A las diez de la mañana ha comenzado el juicio por un crimen que se produjo el 24 de enero de 2009, cuando según el relato establecido por los investigadores y asumido por la Fiscalía, Miguel Carcaño y un menor de edad apodado El Cuco violaron a Marta y luego la asfixiaron e hicieron desaparecer su cuerpo con ayuda de Samuel Benítez, del hermano de Miguel, Javier Delgado, y de la novia de éste, María García.

    Desde su arresto, a las tres semanas de la desaparición de Marta, Miguel ha dado cuatro versiones distintas de los hechos, provocando tres costosas búsquedas del cuerpo en tres lugares distintos: el río Guadalquivir, donde al principio dijo que arrojaron a la joven; el vertedero de basuras al que habría ido a parar si la hubieran dejado en un contenedor, como aseguró luego; y por último una zanja junto a la vivienda de Camas en la que vivía con su exnovia menor de edad, donde le contó a ella que había enterrado el cuerpo, según la niña confesó luego ante la Policía.

    La Policía Científica llevará al juicio pruebas biológicas, restos de ADN de Miguel, El Cuco y Marta, que sugieren que la muerte se produjo en la habitación de Miguel y que la mataron a golpes, porque hay salpicaduras en la pared y sangre en el bolsillo de la cazadora del chico, que se supone que fue transferida del cenicero con el que la golpearon y que Miguel se llevó para deshacerse de él. Los investigadores siguen pensando que trasladaron a la chica liada en una manta para que los vecinos no la vieran, y la llevaron en silla de ruedas hasta un vehículo en el que la trasladaron hasta el río, porque también hay ADN en la silla de ruedas que perteneció a la fallecida madre de Miguel, y porque Miguel, Samuel y El Cuco -este último ya juzgado y a la espera de sentencia-, coincidieron en sus primeras declaraciones en definir el lugar del puente de Camas desde el que confesaron que habían arrojado al río a su amiga Marta, aunque luego se retractaron.

    El fiscal pide para Miguel 52 años de cárcel por dos delitos de violación, uno de asesinato y un delito contra la integridad moral por el sufrimiento causado a la familia de Marta al negarse a llevarlos hasta el cuerpo de la joven, que no ha sido encontrado casi tres años después. La acusación particular que ejercen los padres de Marta reclaman, en lugar de una condena por este último delito, una pena similar por el de profanación de cadáveres.

    Samuel se enfrenta a cinco años de cárcel por encubrimiento y por delitos contgra la integridad moral y profanación de cadáveres, la misma situación de María. Para Javier la Fiscalía demanda ocho años de prisión por encubrimiento, amenazas al menor y un delito contra la integridad moral; mientras que la acusación particular eleva su petición a diez años al considerarlo autor de estos dos primeros delitos y un tercero de profanación de cadáveres.

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