Jesús Navas estaría ahora a punto de completar su tercera temporada en el Real Madrid de no ser por José Mourinho. En junio de 2010, el agente del jugador palaciego del Sevilla, José Jesús Mesas, había cerrado un acuerdo con el club de Concha Espina con la anuencia de José María del Nido, que ya había negociado con Florentino Pérez una cifra de traspaso por debajo de los 60 millones que tenía entonces fijada la cláusula de rescisión del contrato del internacional, pero que iba camino de convertirse en el negocio más importante de la historia del club de Nervión, después de que en 2008 el presidente sevillista aceptase la oferta de 37 millones de euros del FC Barcelona por Daniel Alves.
Jesús Navas siempre ha sido un jugador por el que el presidente del Madrid ha tenido debilidad. El fichaje estaba avalado por Jorge Valdano, entonces director deportivo, y por el técnico que se sentaba en el banquillo del Bernabéu en aquella temporada, Manuel Pellegrini. El técnico chileno, no obstante, sabía desde varios meses antes de su destitución, en mayo de 2010, que no seguiría en el Madrid, porque el que fue entonces récord de 96 puntos en Liga del club no le bastó en un balance sin títulos.
Florentino acabó fichando a José Mourinho, también con cargo de manager, y el portugués echó abajo el acuerdo por Jesús Navas. Prefirió a Ángel Di María, del Benfica, por el que el Madrid pagó 25 millones de euros, una cifra bastante más baja de lo que podía suponer afrontar en ese tiempo el fichaje de Jesús Navas, que el 17 de enero de 2011 firmaba la renovación por cuatro temporadas por el Sevilla. Sus emolumentos se elevaron para situarse acorde con su caché internacional, aseguró José María del Nido. La cláusula, no obstante, bajaba de 60 millones a 35, por petición expresa de Bahía, la agencia de representación que empezó a llevar sus destinos en 2010. Tres años después, la puerta del Real Madrid vuelve a abrirse para Jesús Navas, aunque, como entonces, su futuro en el club blanco dependerá del criterio del entrenador que está por llegar (Ancelotti).
José María del Nido ha hecho saber a Florentino que está en venta. El Sevilla necesita dinero para cuadrar cuentas y afrontar una reestructuración. La ficha de Navas, como la de Álvaro Negredo, no es asumible en la actual coyuntura. Margarita Garay, directora general de Bahía, se encontraba ayer en Sevilla. Tenía una reunión con el Betis por la renovación de Pepe Mel. No se produjo. Otros asuntos relacionados con el Sevilla, y con Jesús Navas, reclamaban su atención. El jugador quiere saber si tiene opción de fichar por el Madrid, pero el Manchester City, que ya ha visto cómo el club blanco se ha inmiscuido en el fichaje del malaguista Isco, quiere tener ya la respuesta de Navas.
Y José María del Nido estuvo ayer en Londres. Fue un viaje relámpago para asistir al partido Watford-Crystal Palace, de promoción de ascenso a la Premier, invitado por el dueño del Watford, Giampaolo Pozzo, que lo es también de Udinese y del Granada. El Watford, por cierto, se quedó con la miel en los labios, ya que el que subió fue el Crystal Palace, con lo que las puertas de otro club candidato a pujar con fuerza por las estrellas del Sevilla se le cerraron a Del Nido.
El presidente del Sevilla viajó con el presidente del club nazarí, Quique Pina, cuyo equipo, ya salvado, podría ayudar el sábado al Sevilla a mantener la novena plaza si vence al Getafe. En Wembley, donde se jugó, estuvo también Mourinho, y representantes de muchos equipos del fútbol inglés, incluido el Manchester City de Pellegrini, que ya ha mostrado su interés por fichar a Navas para el próximo curso. Las horas del palaciego en el Sevilla parecen estar contadas.
