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Sin rastro del Sevilla Atlético del ascenso

Fazio es el único futbolista que sigue en el Sevilla de los que jugaron el partido ante el Burgos del ‘play-off' de la 2006/07 que puso al filial dirigido por Manolo Jiménez en Segunda A, la guinda a la mejor temporada de la historia del club nervioenense.

el 14 ago 2011 / 23:05 h.

Corría el mes de junio de 2007. Un día antes, el primer equipo que dirigía Juande Ramos había rubricado con la consecución de la Copa del Rey la mejor temporada de la historia del Sevilla, saldada con un tercer puesto en Liga y los triunfos en la Copa de la UEFA -la segunda conseguida de forma consecutiva- y la Supercopa de Europa ganada en agosto al FC Barcelona.Para culminar esa borrachera de éxitos se sumó el primer filial de la entidad nervionense, que el 24 de junio, mientras sus mayores regresaban a la capital hispalense tras la gesta lograda en el Santiago Bernabéu, certificó el segundo ascenso de su historia a la categoría de plata del fútbol español, un hito que no se conseguía desde la campaña 1961/62.

El Sevilla Atlético que entrenaba por aquel entonces Manolo Jiménez había acabado como líder del grupo IV de la Segunda división B. El filial se enfrentaba a su cuarta fase de ascenso consecutiva -un año antes se había quedado a las puertas del éxito por un solo gol en un polémico partido jugado en Salamanca- y la primera eliminatoria le enfrentó al Universidad de Las Palmas. En Canarias el cuadro franjirrojo -ese año reestrenaba la denominación de Sevilla Atlético y recuperaba su histórica equipación- cayó por la mínima, pero en la capital hispalense goleó 4-0 y se plantó en la final.La eliminatoria decisiva le enfrentó al Burgos. En la capital castellanoleonesa el partido se saldó con un empate sin goles, por lo que todo se decidiría en el Sánchez Pizjuán. Con la resaca del masivo viaje a Madrid, 25.000 espectadores acudieron al coliseo nervionense con la esperanza de ver como se rubricaba el mejor fin de semana de la historia del club.Al término de los 90 minutos, el encuentro acabó con 0-0 y se pasó a la prórroga.

A los siete minutos, Lolo aprovechó una dejada del exhausto Moreno para hacer el gol que devolviera al filial del Sevilla a la división de plata cuarenta y siete años después. Ese ascenso dio paso a una temporada exitosa en Segunda y a otra estrepitosa que devolvió al filial a la categoría de bronce.Sólo queda uno. Aquel fue el gran hito de la cantera en los últimos años -más allá de la constante promoción al primer equipo de jugadores-, pero hoy, algo más de cuatro años después, no se ve reflejado con una representación de los futbolistas que lograron el ascenso en la entidad blanquirroja. Aquel día, Jiménez formó su once titular con los siguientes futbolistas: Vargas; Crespo, Fazio, Gallardo, Casado; Alfaro, Lolo, Jonathan Ruiz, Diego Capel; Juan Pablo y Moreno. En el segundo tiempo entraron Pablo Sánchez, Carreño y Cordero. De ellos, sólo sigue perteneciendo a la disciplina sevillista el argentino Federico Fazio que, por cierto, era el novato del equipo, pues había llegado de Ferrocarril Oeste apenas cinco meses antes. Las recientes desvinculaciones de Crespo, Alejandro Alfaro y Diego Capel han dejado casi sin representación al equipo que logró el esperado ascenso tras cuatro años de decepciones.

Aun así, lo cierto es que los responsables de la cantera pueden presumir de que el 50% de los 14 jugadores que certificaron el ascenso están jugando en la élite. El mejor parado es, cómo no, Fazio, que continúa en el primer equipo del Sevilla. A partir de ahí, otros seis jugadores se reparten entre las máximas categorías de cuatro países. Los últimos en salir han sido Alejandro Alfaro, que ha recalado en el Mallorca, José Ángel Crespo, que jugará en el Bolonia de la Serie A italiana, y Diego Capel, recién fichado por el histórico Sporting de Lisboa luso. Además, Casado regresa a Primera tras ascender con el Rayo Vallecano y Lolo continúa en el Osasuna.

El más exótico es Enrique Carreño, que tras jugar en la Académica de Coimbra portuguesa se ha marchado al Diósgyori VTK húngaro. En Segunda división tan solo hay dos futbolistas que jugaron aquel día: Cordero, que sigue en el Xerez, y Pablo Sánchez, que pertenece al Recreativo de Huelva pero que podría salir con destino al Cartagena. Por último, cinco juegan en la categoría de bronce española: El meta Vargas en el Lucena, el central Gallardo acaba de fichar por el Deportivo Alavés, el mediocentro Jonathan Ruiz sigue en la Ponferradina tras el descenso, Juan Pablo continúa en el Écija y el héroe de aquel día -terminó el partido completamente exhausto-, el malagueño Antonio Moreno, ha fichado por el Puertollano después de pasar por el Partizan de Belgrado, el Lorca, el Marbella, el Pontevedra y, por último, el Cádiz.

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