Local

Soledad, no cambies

Soledad Becerril, con aires nuevos en la derecha española, llegó a la política viniendo de la oposición que al régimen de Franco planteaba la Junta Democrática; esa actitud, mantenida tanto en el período que fue primera teniente de alcalde como en el que cumplió como alcaldesa, la rompió anteayer...

el 15 sep 2009 / 00:01 h.

Soledad Becerril, con aires nuevos en la derecha española, llegó a la política viniendo de la oposición que al régimen de Franco planteaba la Junta Democrática; esa actitud, mantenida tanto en el período que fue primera teniente de alcalde como en el que cumplió como alcaldesa, la rompió anteayer poniendo rumbo a la crispación al enfervorizar a los asistentes al foro de su partido con truenos retóricos contra el metrocentro; ella, al realizar proyectos innovadores en la ciudad como terminar con el abandono secular del Prado levantando sus jardines, sabe mejor que nadie que ese proyecto (como todos) quedó imperfecto sin el paso inferior para vehículos que lo habrían convertido en una Gran Plaza. Y todos sabemos que el Prado se transformó.

El metrocentro, otra realización innovadora, también es mejorable y extensible, ¿por qué entonces -y sin hacerlo a voz en grito- no pedir que se rediseñe y se prolongue cuanto antes en vez de exigir que se quite?, ¿cómo irían del Prado a la Plaza Nueva quienes no pueden andar?, ¿anularía la peatonalización? Soledad Becerril recurrió a la vieja idea de las dos Españas que helaban el corazón para agradar a un público de ideas viejísimas. Una pena, porque ella había sido hasta ahora, aun en soledad, la gran esperanza blanca para el cambio de rumbo de unos Conservadores sevillanos que amenazan continuamente con no conservar nada.

Antonio Zoido es escritor e historiador

  • 1