Paco Chaparro cada vez le quedan menos valedores dentro del club, pero las vueltas que da el fútbol hacen que uno de ellos, el más importante, sea precisamente quien más reparos puso a su continuidad como entrenador del Betis: Manuel Ruiz de Lopera. El técnico trianero también tenía hasta ayer otros dos grandes defensores, el consejero Manuel Castaño y la propia afición, pero el segundo de ellos, el beticismo, se le cayó por momentos, sobre todo con los cambios de Sergio García y Emana. Por primera vez desde que está en el banquillo verdiblanco, el entrenador oyó el grito de "¡Chaparro, vete ya!".
La continuidad de Chaparro, de momento, parece asegurada, aunque, como todo en el Betis, depende de la reacción de Lopera. Fuentes cercanas al máximo accionista consideran importante esta semana, pues si Lopera observa una reacción unánime de la prensa pidiendo la cabeza del entrenador podría actuar de inmediato. No hubo reunión de los miembros del consejo a la finalización del encuentro, pero todos los dirigentes, a excepción de Castaño, son partidarios de la destitución de Chaparro. Incluso el propio Castaño no fue tan tajante a la hora de defender al preparador después de lo que se vio ayer. Chaparro está en el alero.
