La aerolínea Spanair se vio obligada ayer a anunciar el cese de sus operaciones desde la pasada madrugada y la presentación de un concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) por la "falta de visibilidad financiera para los próximos meses". Detrás de esta decisión se hallan la fallida entrada de Qatar Airways como socio en la compañía previa inyección económica de 150 millones para operar vuelos intercontinentales y la renuncia de la Generalitat a seguir proveyendo de fondos a la empresa, que tiene en El Prat su principal centro de operaciones.
La decisión de cese afectó a 300 pasajeros que tenían previsto despegar en la noche de ayer y supone la anulación de 91 vuelos programados para hoy y otros 129 mañana, con 8.695 y 14.076 viajeros afectados, respectivamente.
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad informó a los pasajeros afectados que tienen derecho a solicitar un transporte alternativo o bien a la devolución de los pagos adelantados.
La incertidumbre se fue tornando en desconfianza cuando, a media tarde, la web de Spanair dejaba de vender billetes a través de internet para poco después dejar de estar disponible y remitir a un teléfono gratuito 900 13 14 15 en busca de información.
La Generalitat, en un comunicado, justificó que no puede seguir invirtiendo en la aerolínea porque debe ser "extremadamente cuidadoso" con sus prioridades de gasto en el contexto de crisis. No obstante, reafirmó su "voluntad de seguir trabajando para mejorar la conectividad del aeropuerto de Barcelona".
Añadió que, hasta ahora, la administración catalana ha participado en el proyecto de Spanair "teniendo en cuenta las limitaciones de la legislación europea referente a la libre competencia". Así, las restricciones presupuestarias y las normas de competencia "imposibilitan nuevas aportaciones de capital de la Generalitat", argumentó el Ejecutivo catalán.
Sin embargo, la compañía, cuyo consejo de administración estuvo reunido de urgencia, lamentó que las informaciones aparecidas sobre el retiro del apoyo financiero de la Generalitat hayan precipitado los acontecimientos, ya que, según el portavoz, la compañía confiaba en una nueva inyección de capital este mismo fin de semana, con la que hacer frente al pago de las nóminas y otras partidas.
Por otra parte, en la búsqueda de un socio industria, los contactos con Qatar Airways se iniciaron a finales de octubre de 2011 y contemplaban la compra del 49% de Spanair por parte de la aerolínea catarí.
Las negociaciones, que deberían haberse cerrado el 31 de diciembre, entraron en vía muerta días antes de acabar 2011, ante la falta de garantías de que la Comisión Europea no reclamase en el futuro la devolución de las ayudas recibidas por Spanair por parte de las administraciones catalanas, que superan los 100 millones en los últimos años.
