Economía

Standar and Poor's ‘apalea’ a la Eurozona

La agencia degrada la nota a nueve países, entre ellos Francia y España, al que vapulea aún más, mientras Grecia agoniza

el 13 ene 2012 / 22:54 h.

Un cartel que muestra la triple A, máxima calificación de la deuda soberana, colocado en el distrito financiero de La Defense, en París, una imagen de archivo.

La agencia de calificación crediticia Standar & Poor's confirmó, a última hora de ayer, lo que se venía temiendo durante toda la jornada. Los gobiernos de quince de los diecisiete países de la Eurozona permanecían en vilo a la espera de saber en qué quedaba la revisión que S&P hacía sobre uno de sus bienes más preciados, la nota de su deuda, de la que depende la facilidad y el interés al que conseguir financiarse y que se hallaba en vigilancia negativa desde diciembre.

España se colocó en el grupo de las más perjudicadas, con una rebaja de dos escalones en su nota, que se sitúa así en A desde AA- (notable bajo). El Ministerio de Economía y Competitividad que dirige Luis de Guindos señaló que es fruto de una situación económica "heredada" del pasado y reiteró su compromiso para revertir esta situación.

S&P lanzó un mensaje a España, país sobre el que mantiene la vigilancia negativa -es decir, deja abierta la puerta a más recortes- que llegarán si el Gobierno no acelera la reforma laboral, no logra contener el déficit o se ve obligado a inyectar más recursos al sector financiero.

Idéntico castigo para el resto de países periféricos, los que más ha sufrido el ataque de los mercados a sus deudas junto a España, y Chipre. Así, la calificación de Italia pasó de A a BBB+, y la de Portugal se degradó de BBB- a BB, lo que la coloca en el nivel de bono basura.

Pero la tijera de S&P también alcanzó a los países que hasta ahora habían peleado con uñas y dientes para mantener la matrícula de honor. Es el caso de Francia y Austria, que dicen adiós a su triple A (AAA), la máxima nota posible, al descender un escalón, hasta AA+ (sobresaliente).

El Gobierno francés le restó dramatismo al asegurar que no es ninguna "catástrofe" y que significa que Francia debe seguir adelante con las reformas y ampliarlas. Pero lo cierto es que repercute directamente al actual fondo de rescate de 440.000 millones de la UE para países endeudados, que no cuenta con capital propio sino que se basa en las garantías de los países de la Eurozona para captar fondos en los mercados.

No en vano, Bruselas lamentó la "incoherente" decisión de la agencia y reclamó el inmediato refuerzo del fondo de rescate, que depende ahora casi en exclusiva de la fortaleza y solvencia de Alemania.

Malta, Eslovaquia y Eslovenia también bajaron un peldaño. Los mejores de la clase se reducen así al grupo integrado por Alemania, Finlandia, Luxemburgo y Países Bajos.
E

l ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, instó a no "sobrevalorar" la decisión de S&P. "No es nuevo que existe una gran incertidumbre en los mercados en relación a la Zona Euro".

Por su parte, el viceprimer ministro del Reino Unido, Nick Clegg, aseguró que la rebaja revela la "urgencia" de resolver los "desequilibrios" en Europa.

Nuevo bloqueo a Grecia. Y por si fuera poco el varapalo recibido, la Eurozona afrontó el enésimo capítulo de dificultades con Grecia como protagonista. Las negociaciones entre Atenas y la banca, representada por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), para concretar la quita del 50% de la deuda en manos privadas pactada con los líderes europeos se paralizaron ayer por falta de avances "productivos".

"Desafortunadamente, pese a los esfuerzos de los líderes griegos, la propuesta (de los acreedores) no ha generado una respuesta constructiva por parte de todos los actores", anunció el IIF. Los líderes europeos alcanzaron en la cumbre de octubre un acuerdo con la banca para aplicar una quita del 50% sobre los bonos helenos, lo que supone asumir pérdidas de 100.000 millones, con el objetivo de rebajar la deuda al 120% del PIB en 2020.

La UE quiere que la quita sea voluntaria para evitar que se desencadenen los seguros por impago de la deuda (credit default swaps). Antes de conocer el comunicado, la CE señalaba que "confía en que se alcance un acuerdo pronto y a tiempo". Esta quita se completaría con un segundo rescate de 130.000 millones a cargo de la UE y el FMI.

Grecia necesita refinanciar en marzo 15.000 millones y el siguiente tramo del primer rescate no alcanza a cubrirlos. Los países esperan que el acuerdo pueda cerrarse antes de la cumbre que se celebrará el 30 de enero para ultimar los detalles a tiempo.

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