Los sevillanos sólo tendrán este año una oportunidad para encontrarse con la Virgen de los Reyes. El traslado de la imagen hasta la Capilla del Sagrario, con motivo del inicio de las obras de rehabilitación de la Capilla Real, ha motivado que el Cabildo Catedral tome la decisión de suspender el segundo de los besamanos, con el que se cerraban los cultos de agosto en honor a la Santísima Virgen. El acuerdo no afectará a la celebración de las misas de la octava, que se mantienen entre el 16 y el 22 de este mes, pero que cambiarán su ubicación a la Capilla del Sagrario.
El anuncio de la suspensión del segundo de los besamanos ha levantado ciertas críticas entre los devotos de la imagen que no hallan motivos suficientes que escuden la decisión adoptada por el Cabildo Catedral. Lo cierto es que, más allá de la relevancia de los trabajos de rehabilitación que se van a iniciar en breve en la Capilla Real, la no celebración este año del último culto en honor de la Virgen de los Reyes privará a los ciudadanos de uno de los actos que habitualmente congregan a un mayor número de devotos. Y es que dada su cercanía con las postrimerías del mes de agosto, el número de sevillanos que participaba en el besamanos de la octava solía ser más elevado que en el que abre los cultos dedicados a la patrona a principios del mes.
Será tras la procesión del 15 de agosto cuando la Virgen de los Reyes sea trasladada a su ubicación provisional en la Capilla del Sagrario, donde permanecerá hasta el próximo mes de abril. A diferencia de la última vez que se dio este caso -durante la celebración en 1992 de la Magna Hispalensis en la Catedral-, la imagen fernandina presidirá el altar mayor en su paso, sobre una plataforma provisional que se ha habilitado a tal efecto, y desde la que presidirá la octava celebrada en su honor. El culto comenzará a las 8.30 horas de la mañana y, ante la ausencia del segundo besamanos, será el culmen de los actos dedicados a la patrona.
El cierre de la Capilla Real también provocará la suspensión de otras de las tradiciones vinculadas a la celebración del Día de la Virgen. En concreto, era habitual que cada 22 de agosto, coincidiendo con el último día de la octava, se abriera la urna de San Fernando para que recibiera la visitas de los sevillanos. Las obras y el traslado del culto a la Capilla del Sagrario provocarán también su suspensión. La de agosto es una de las cuatro ocasiones en la que cada año se muestran los restos de San Fernando, junto al 14 de mayo, el 23 de noviembre y el día de su festividad.
Con todo, mañana por la tarde comenzarán los cultos en honor de la patrona con la apertura de su besamanos, que se prolongará hasta el mediodía del viernes. Será éste el último acto que se celebre en la Capilla Real antes de su rehabilitación. El día 6 dará comienzo la novena en la nave del crucero de la Catedral, presidida este año por el delegado diocesano de Pastoral Juvenil, Adrián Ríos Bailón, con motivo de la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud.
Ya el día 15, solemnidad de la Asunción de la Virgen, la imagen fernandina recorrerá el entorno de la Catedral bajo su palio de tumbilla. En esta ocasión lucirá el manto rojo, obra del siglo XIX, donado por la Infanta Luisa de Borbón, y que no procesionaba desde la salida del año 2006. A su término, el arzobispo Juan José Asenjo presidirá la misa estacional, tras la cual la Virgen de los Reyes será trasladada a su ubicación provisional en la Capilla del Sagrario.
