Cultura

Távora fusiona flamenco y ópera en el Lope de Vega

El teatro sevillano acoge hoy y mañana ‘Flamenco para Traviata’

el 15 mar 2011 / 20:45 h.

Nieta y abuelo, bailaora y director, María y Salvador Távora llevan a escena ‘Flamenco para Traviata’ en el Lope de Vega.
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El coreógrafo y director teatral Salvador Távora vuelve hoy al Teatro Lope de Vega, esta vez con su obra Flamenco para Traviata, donde el sevillano entremezcla la ópera y el flamenco. Son ya cuatro décadas los que la compañía que fundó Távora, La Cuadra, lleva acercando el teatro independiente a ciudades de medio mundo y desde hoy lo celebra en Sevilla. "Cumplimos 40 años de compañía y este motivo es más que suficiente para pisar el Lope de Vega, donde he presentado todas mis obras desde 1972", afirma Távora.

Tras una gira por teatros internacionales -ha pisado Colombia o Francia- como nacionales -Barcelona, Murcia, Badajoz y, próximamente, Madrid- Flamenco para Traviata desembarca en Sevilla, aunque ya había sido representada en el teatro que Távora posee en el barrio de El Cerro del Águila, donde estuvo dos meses en cartel el pasado año. "Nuestro teatro es de menores dimensiones que el Lope y además éste es la historia viva de la ciudad", dice un Távora que en esta creación ha contado con los bailaores María Távora y El Mistela para representar a los dos protagonistas.

Basada en la ópera de Giuseppe Verdi La Traviata, el director del Cerro del Águila aborda gracias a esta tragedia las relaciones del flamenco, el dolor y la sensibilidad sonora de los cantaores, especialmente a través de los fandangos. "Casi todos los cantaores de la primera mitad del siglo XX terminaron su vida artística olvidados en cafés y fiestas de vino y prostitución", y es este mundo de la noche el que Távora quiere reflejar en su obra. 

Ésta es una Traviata "muy sevillana, más que andaluza, que gracias al flamenco intenta contar la historia de este pueblo, de su gente y su forma de vivir la vida", según Távora, quien pretende llamar a la conciencia histórica acerca del valor poético del fandango desgarrado, como crónica oscura de la realidad popular del cante y, también, como homenaje al oficio más viejo del mundo: el de las prostitutas, el de las "traviatas" extraviadas del mundo. Los cantaores Caracol, El Carbonerillo, Camarón, Chocolate, El Bizco de Amate o Pepe El Pinto forman parte del esquema sonoro del espectáculo donde su creador ha encontrado "modulaciones dramáticas y formas musicales de su personalidad" y son llevados a escena gracias a las voces de Javier Allende y Ana Real.

El baile será también el protagonista de Traviata para flamenco, donde desplegarán su arte María Távora, Premio a la Mejor Bailaora de Sevilla de 2010, y El Mistela, que formó parte de la compañía del gran Mario Maya. Ambos se meterán en la piel de Violeta y Alfredo, dos enamorados que a través de su baile, sus miradas y los sentimientos, tratan de huir de las formalidades sociales. Dentro del montaje del espectáculo también estará un doncel blanco sobre el que galopa Alfredo. Ésta es la tercera vez que La Cuadra incluye a este animal en una de sus obras. Ya lo hizo anteriormente con Alhucema o Carmen.

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