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Teñido de tristeza

La señora parece doctora en polémicas, de esas maduritas que tiñe la vida de tristeza. Primero se queja de lo complicado que es sacar un billete en el metro de Sevilla, aunque ella le tiene pillado el tranquillo, pero piensa en los que vienen de fuera. Desconoce que es...

el 16 sep 2009 / 03:01 h.

La señora parece doctora en polémicas, de esas maduritas que tiñe la vida de tristeza. Primero se queja de lo complicado que es sacar un billete en el metro de Sevilla, aunque ella le tiene pillado el tranquillo, pero piensa en los que vienen de fuera. Desconoce que es intencionado, para que se lleven la impresión como anécdota. Después, levanta la voz por la desigual atención de los medios entre la muerte de Mari Trini, un verdadero mito para las sufridas generaciones del franquismo, y Antonio Vega, que imponen a la altura de Mozart silenciando parte del modelo. Puede que no tenga razón, pero se solidariza con la carta publicada en este periódico por Tessa Hardman y Emilia Bernáldez sobre el deterioro de Al Sur, ese programa de televisión que fue admirado por García Montero, Benítez Reyes, Justo Navarro o Castilla del Pino. Ese día 16, la edición de El Correo de Andalucía recoge información sobre las "lágrimas" en la feria del libro de Manolo Pedraz y Jesús Vigorra por la decadencia de la información cultural. Cualquiera que las lea pensará que la señora se limita a constatar una realidad que continúa en la portada del periódico: "Andalucía despide hoy a Castilla del Pino". Pero en Al Sur dan al intelectual cervantino el mismo tratamiento que a Vega, seguramente por aplicación de esa ilógica tradicional entre la fama y la popularidad, o lo que viene a ser parecido, ponerse a la altura del analfabeto para ganar audiencia en vez de llevarlo a la del catedrático.

La señora sigue con su cantinela, pero uno ya tiene bastante para reflexionar con la crítica del presidente Griñán cuando afirma que la televisión tiene que dar paso al talento y la creatividad en vez de tanto graciosillos, e incluso facinerosos como Coto Matamoros de entrevistador en el programa de Quintero. ¡Pobre profesión la periodística! Tal vez lo mejor sea mirar para otra parte y bucear en la memoria para localizar el título del libro en el que Benedetti cuenta su experiencia en la feria de Sevilla. Quizás nos lo traiga esa trouppe de andaluces que estuvieron en Cannes con dinero público tiñendo su vida de alegría. ¿Crisis, qué crisis?

Periodista

daditrevi@hotmail.com

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