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Torreblanca: rompiendo las barreras para llegar a Sevilla

Torreblanca ha visto cómo durante años ha partido con desventaja social frente al resto de sevillanos. Su separación física y los tópicos que calificaban al barrio como uno de los lugares más denostados de toda la ciudad han sido superados a base de constancia vecinal y de la inversión municipal que lo ha transformado

el 10 feb 2011 / 18:39 h.

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Los principales responsables de los profundos cambios que ha experimentado la barriada de Torreblanca durante esta última década han sido los propios vecinos, protagonistas ahora de la nueva era que vive la zona

Cuando un barrio se plantea la necesidad de adaptarse a la nueva realidad en la que se inserta la ciudad necesita de la inversión municipal para lograrlo. Torreblanca, durante esta última década, no sólo ha tenido que conseguir el apoyo de las instituciones públicas, algo con lo que siempre contó, sino que ha tenido que superar las barreras morales que los separaban de los sevillanos por la situación de exclusión social y marginalidad que afectaba a gran parte de sus vecinos. Tocaba avanzar y sumarse a los nuevos retos de la ciudad, hechos en los que de nuevo el empuje y apoyo de todos los vecinos volvió a ser clave.

El objetivo era conseguir la construcción de un nuevo barrio de Torreblanca que, manteniendo la esencia más popular que lo había caracterizado, lograra sumarse a la Sevilla del cambio. En este proceso jugaron un papel muy destacado las inversiones realizadas en la zona, provenientes del Plan 8.000 y del Plan de Barrios, que han permitido ejecutar un amplio programa de obras urbanísticas y mejoras sociales que han rozado los términos básicos de un plan integral de rehabilitación de la zona. Las obras realizadas se han concretado en la reurbanización de gran parte de sus calles y plazas, que han cambiado su aspecto denostado por otro más renovado y acogedor, y en la mejora de las redes de saneamiento y abastecimiento que ha desarrollado Emasesa en gran parte del barrio.

En concreto, las mejoras urbanísticas desarrolladas en la zona han afectado a docenas de calles como Alcolea del Río, Los Molares, El Ronquillo, Tomares, El Saucejo, Umbrete, Camas y Arahal, entre otras. Pero la inversión municipal no sólo ha quedado en la mejora de pavimentos y acerados de estas calles, la apuesta pública ha permitido ensanchar las aceras de la principales avenidas del barrio, eliminando a su vez las barreras arquitectónicas que afectaban a los vecinos en situación de movilidad reducida. Junto a esto se han limpiado en profundidad y renovado el vallado exterior de los solares existentes en el barrio, cuya estructura se encontraba muy deteriorada por el paso del tiempo y la falta de mejoras aplicadas en años anteriores. En cuanto a la movilidad, el barrio de Torreblanca ha observado cómo en la última década se ha facilitado la circulación de los vehículos privados de sus vecinos, con la mejora y reordenación de las plazas de aparcamientos, y se ha facilitado el uso del transporte público en la zona gracias a la construcción del trazado del carril bici y a la apuesta por el aumento de la frecuencia de paso de la línea de autobús que ofrece servicio en el barrio.

Este paquete de medidas aplicadas en Torreblanca, gracias a la aportación económica desprendida del Plan 8.000 y del Plan de Barrios, se ha complementado con una acción paralela destinada a la población más joven del barrio. De este modo, y con la vista puesta en la mejora del ocio de los más pequeños, se han habilitado zonas de recreo para el disfrute de los niños, dotadas también de un nuevo mobiliario público que favorece el encuentro entre los vecinos, así como de nuevas especies vegetales que han renovado el arbolado en la zona. De cara a los jóvenes, la inversión municipal ha propiciado el fomento de la práctica del deporte en Torreblanca. Así, se habilitó en el año 2009 un campo de césped artificial en el Centro Deportivo ‘San Antonio Dragó' y otros dos se encuentran en fase de construcción para su uso por parte del Club de Fútbol Torreblanca y por el Club Diablos Rojos.

CENTRO CÍVICO. El importante movimiento social existente en el barrio requería de la construcción de un espacio público en el que se articularan todas sus iniciativas. Por ello, en el año 2005 se inauguró el Centro Cívico ‘Juan Antonio González Caraballo', el mayor de toda la ciudad tanto en dotación como en superficie con más de 2.000 metros cuadrados de extensión, con cuya nominación los vecinos quisieron rendir su particular homenaje a este médico sevillano que falleció en el Sahara durante el ejercicio de su labor como cooperante.

Una de las principales ventajas que ofrece este nuevo centro pasa por su céntrica ubicación en el barrio. A la hora de su construcción, desde las instituciones municipales se pensó en que el mejor modo de aunar a los ciudadanos en este centro de encuentro vecinal era facilitando su llegada al mismo, de ahí su ubicación. El Centro Cívico de Torreblanca cuenta un salón de actos, biblioteca-videoteca, talleres de formación, salas de estudio, salas multiusos, de ensayos y un patio de uso muy variado. Todas estas posibilidades de espacio facilitan la organización de múltiples actividades de las que el 80% son organizadas por instituciones públicas y el resto responden a las inquietudes vecinales.

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