Local

Trece años sin Muñoz Cariñanos

La memoria del doctor que fue asesinado por ETA en su consulta de Sevilla no encuentra reconocimiento en la agenda oficial

el 16 oct 2013 / 22:13 h.

TAGS:

Ocurrió el 16 de octubre del año 2000, en su propia consulta, hacia las 18.40 horas. Unos meses antes, en diciembre, ETA había declarado oficialmente el fin de su tregua. Antonio Muñoz Cariñanos se sabía en el punto de mira de la organización terrorista, a pesar de lo cual nunca requirió escolta. Ayer hizo trece años que su enfermera encontró el cuerpo sin vida del doctor, pero la memoria de la ciudad parece haberse desentendido de su figura, o acaso la tiranía de la actualidad la distrae hacia otros empeños. Lo cierto es que este profesional que fue médico otorrinolaringólogo, Coronel del Ejército del Aire, director de la Policlínica del Mando Aéreo del Estrecho, director del área de relaciones con la Sanidad Militar del Colegio Oficial de Médicos de Sevilla, no es objeto de los mismos tributos que otras personalidades que corrieron una suerte parecida en los años –acaso felizmente superados– de los tiros en la nuca y los coches bomba. Pero los hechos, siempre obstinados, merecen ser recordados. Los asesinos de Muñoz Cariñanos, miembros del Comando Andalucía, fueron Jon Igor Solana Matarranz (que contaba entonces con 26 años de edad y diez de activista de ETA, formando a la sazón parte de los promotores del Pacto de Estella), y Harriet Iragi Gurrutxaga (23 años, participante en altercados públicos desde 1996), quienes, después de conseguir una cita con el doctor, accedieron a su debido tiempo a la consulta y sin pensarlo le dispararon varios tiros a bocajarro, dos de los cuales le alcanzaron: uno le dio en la cabeza y resultó mortal. Iban a cara descubierta. Tras la fechoría, los asesinos salieron corriendo por las calles sevillanas. No contaron con que los ciudadanos colaborarían con las fuerzas de seguridad avisándoles de por dónde se les veía en cada momento. Gracias a ello fueron encontrados y en medio de un tiroteo se consiguió capturar a Solana Matarranz, que se rindió. Harriet Iragi Gurrutxaga consiguió huir pero no por mucho tiempo, pues estaba herido en el hombro, y tras refugiarse en su guarida, un piso franco que estaba en una calle cercana (tenían dos pisos francos, uno de los cuales con abundante documentación y material para fabricar bombas), y gracias nuevamente a la colaboración ciudadana, se entregó entre lágrimas, y gritando con los brazos en alto “¡No disparéis, no disparéis!”. Los asesinos fueron condenados casi dos años después a 53 años de cárcel por varios cargos además del asesinato del médico militar. El alcalde de Sevilla Alfredo Sánchez Monteseirín, presidió el día 12 de enero de 2001 el acto de rotulación de la calle PadreCañete de la capital hispalense, donde murió, como Coronel Médico Muñoz Cariñanos, en su honor. Conocido por atender en su consulta a celebridades como Juanita Reina, Marifé de Triana, Rocío Jurado, María del Monte, Isabel Pantoja, María José Santiago, Mónica Naranjo, Raphael, Camarón de la Isla, José Menese, Juan Peña El Lebrijano o Chiquetete, el asesinato de este médico nacido enMadrid en 1942 produjo una honda conmoción entre los sevillanos, estupor que se tradujo en enérgica condena por parte de una amplia mayoría de la población española. Ahora, después de tres años sin asesinatos de ETA, el crimen contra Muñoz Cariñanos parece una confusa pesadilla que muchos sevillanos ni siquiera conocen. Ayer, solo un tuit del alcalde, Juan Ignacio Zoido, expresaba; “Sevilla no olvida la figura del doctor Antonio Muñoz Cariñanos, asesinado por ETA hace trece años. Todo mi cariño para su familia”. Preservar su memoria y honrar a su figura son obligaciones que no deberían ser pasto de la desmemoria.

  • 1