La iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, en el municipio de La Rinconada, fue el escenario de un robo el jueves pasado, entrada la madrugada. A la mañana siguiente, el párroco acudió a su lugar de trabajo y encontró la puerta del despacho abierta. El cura había sido el último en abandonar la parroquia el día antes y cerró con llave, así que supuso que alguien había accedido a la iglesia de algún modo y luego habría salido por el despacho. Faltaban 400 euros de la colecta, que el cura había guardado en uno de los cajones. La alarma se disparó cuando uno de los feligreses, Ginés Delgado, comprobó que también habían robado las alhajas de la Virgen María Santísima de la Salud. El robo fue denunciado ante la Guardia Civil de La Rinconada el viernes por la mañana, y a media tarde la Policía Judicial se personó en la iglesia para buscar huellas.
Delgado fue quien comunicó al cura que el ladrón había entrado en la capilla del sagrario, había subido al camarín y robado la cruz pectoral de oro que portaba la Virgen, además de la insignia con su nombre, también de oro, y el rosario de plata sobredorada. "La cruz estaba valorada por un orfebre en casi 3.000 euros, el nombre costó unos 800 euros y el precio del rosario rondaba los 300 euros", cuenta Delgado. Al parecer el ladrón abrió el sagrario, pero no llegó a profanarlo. Dentro se encontraron, intactos, los dos copones de plata y el viril del Santísimo, una caja de cristal bordeada con oro que encierra la forma consagrada. "Había muchas más cosas de valor en la iglesia, es curioso que sólo se haya llevado cosas doradas. La misma Virgen llevaba un broche de plata en el pecho, y la imagen titular del Cristo tenía dos gemelos de oro, pero no los ha tocado. Puede que fuese con prisas", dice Delgado. Sin embargo, la iglesia guardaba una imagen antigua de Jesús Nazareno, que data del siglo XIX, con la que se fundó la hermandad, y a esa imagen sí le habían quitado las potencias.
Los primeros datos de la investigación apuntan a que el ladrón o los ladrones accedieron al interior de la iglesia trepando por el andamio que cubre la fachada hasta el campanario. Desde hace semanas, la parroquia, que se encuentra frente al Ayuntamiento de La Rinconada, está siendo restaurada. Ni la puerta principal, ni la trasera ni la del despacho del párroco habían sido forzadas.
La Guardia Civil sospecha que el ladrón entró por el hueco del campanario y descendió por la escalera hasta el interior. Una vez dentro, el ladrón cortó uno de los barrotes que separan la torre de la nave izquierda de la parroquia y así logró llegar hasta el retablo, robó las joyas y el dinero de la colecta y huyó abriendo la puerta del despacho. Por el momento no hay ningún sospechoso y todas las líneas de investigación están abiertas, informaron fuentes de la Guardia Civil.
Nada más conocerse el suceso, la mañana del viernes, la noticia se difundió por las redes sociales. Enseguida llegó a oídos de todos los miembros de la hermandad, que se acercaron a la parroquia a ver qué se habían llevado. La misa de la tarde se celebró con normalidad, una hora después de que la Guardia Civil terminase la inspección ocular. De las hermandades vecinas, como la de Alcalá del Río, llegaron mensajes de solidaridad a través de Twitter.
