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Tres décadas que valen tres siglos

Si a día de hoy, después de 30 años, tuviésemos que definir el trabajo realizado por los gobiernos municipales, bien nos podría valer aquella frase de Aristóteles en la que el pensador griego afirmaba que "la esperanza es el sueño del hombre despierto". Una máxima que, después de tres décadas, nos puede servir para definir el trabajo de tantos y tantos alcaldes y alcaldesas...

el 16 sep 2009 / 01:31 h.

Si a día de hoy, después de 30 años, tuviésemos que definir el trabajo realizado por los gobiernos municipales, bien nos podría valer aquella frase de Aristóteles en la que el pensador griego afirmaba que "la esperanza es el sueño del hombre despierto". Una máxima que, después de tres décadas, nos puede servir para definir el trabajo de tantos y tantos alcaldes y alcaldesas, y de los innumerables concejales y concejalas que han servido a sus municipios en este tiempo.

Porque, con una simple retrospectiva en esta etapa en la que hemos avanzado más que nunca, lo primero que salta a la vista es la espectacular transformación de nuestros pueblos. Un cambio, una revolución silenciosa en la que han participado más de 400 regidores, alcaldes y alcaldesas, en toda la provincia de Sevilla.

Toda una legión de infantería que, desde el principio, ha tenido como principal objetivo servir a sus vecinos y vecinas, buscar lo mejor para los intereses generales de su pueblo y hacer avanzar, en definitiva, a esa patria chica a la que tanto se quiere. Y en ese camino, en ese trayecto, nadie nos ha regalado nada.

Afirmo esto desde la experiencia que tuve la suerte de vivir al frente de un Ayuntamiento sevillano, entre los años 1983 y 1991. De aquella etapa, recuerdo perfectamente lo difícil que resultaba siempre tirar para delante en la gestión municipal. Un trabajo, las mayoría de las veces, en permanente precariedad presupuestaria, pero al que le poníamos todo el ingenio, todas las ganas y toda la ilusión, desde la firme creencia en nuestras propias posibilidades y en la capacidad de la gente de la provincia de Sevilla.

Una pasión, una entrega en la que el motor último era el sueño del hombre despierto del que habló Aristóteles. Porque después de siglos de olvido, de desidia y de ignorancia para con esta tierra, Andalucía se desperezaba y emprendía el camino que la había de hacer dueña de su propio futuro. Y empezaba, también hay que decirlo, gracias a los ayuntamientos.

Porque fue el poder local, en el caso de esta provincia, el que reclamó desde sus 102 ayuntamientos la tramitación de nuestra autonomía por el artículo 151. Porque, además, en la entonces sede de la Diputación de Sevilla acogimos con los brazos abiertos el despacho del presidente de la pre autonomía, Plácido Fernández Viagas.

Fue una etapa en la que se gestaba la Andalucía que hoy conocemos, y en la que el poder local sevillano estuvo desde el arranque como abanderado de la causa. Así lo hicimos porque creíamos y seguimos creyendo en el autogobierno, como creemos también en la autonomía del poder local.

Una autonomía municipal que, después de 30 años, se ha revelado útil y provechosa, porque nunca antes en la historia se había avanzado tanto en tan poco tiempo. Porque es necesario recordar ahora que, en el plano económico, llegábamos a la democracia desde muy atrás.

Y aún así, los pueblos y ciudades de Andalucía no tienen que envidiar hoy en día absolutamente nada a cualquier otro rincón de España, gracias al trabajo, las ganas, el empuje y, cómo no, el sueño despierto de todos aquellos que han pasado por la vida de los ayuntamientos democráticos de la provincia de Sevilla.

Ha sido así como hemos ido materializando esos sueños iniciales en infraestructuras para el ocio, para la cultura, para el deporte y para el desarrollo formativo y personal. Es con este presente de los pueblos de la provincia con el que hoy mostramos nuestros mejores avales de cara al futuro.

Por eso ahora, cuando se cumplen tres décadas que bien valen tres siglos de consistorios gobernados por los ciudadanos, quiero animar a todos los que trabajan desde el poder local a seguir soñando despiertos.

Esa predisposición, de cara al futuro, será el mejor atributo para posicionar a la provincia de Sevilla en lugares ventajosos para seguir aportando progreso y bienestar a los vecinos y vecinas de nuestros municipios.

Presidente de la Diputación Provincial de Sevilla.

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