L.A.L.
Como bien dijo alguien alguna vez, no hay dos sin tres, aunque al Betis no le convienen los refranes, porque como a la tercera sea la vencida... Por tercer año consecutivo, el equipo verdiblanco no sólo pelea por salvarse, sino que cambiará de año en el mismo puesto de descenso, el antepenúltimo.
Puede que en el fútbol existan la suerte (la buena y la mala) y las casualidades, pero no parece fruto ni de una ni de otras que el Betis, por tercera vez seguida, termine el año no ya en la zona de descenso, sino en la misma posición, la antepenúltima. Le ocurrió en 2005, repitió en 2006 y vuelve a suceder en 2007, como si fuese una especie de maldición de la que no aciertan a escaparse los verdiblancos.
En todo caso, y aunque la situación no invita a tirar cohetes por muy cerca que esté la Nochevieja, este Betis de la temporada 2007-08 es un poco mejor (pero muy poco) que el de las dos anteriores Navidades. El balance a día de hoy, tras diecisiete jornadas ligueras, es de cuatro victorias, seis empates y siete derrotas, con 17 goles a favor y 23 en contra; en total, 18 puntos. Ya son cinco puntos más que el año pasado (entonces con dos partidos menos, uno por el calendario en sí y otro porque el Barcelona tenía que jugar el Mundialito de clubes) y tres más que hace dos años (en el mismo número de jornadas).
Este Betis también cierra el año con más partidos ganados que en los dos anteriores ejercicios. Lleva cuatro (3-0 al Mallorca, 2-1 al Zaragoza, 0-1 en Villarreal y 3-1 al Almería), por los tres de la 2006-07 y la 2005-06. También presenta mejores números ofensivos (el año pasado llevaba 15 tantos y hace dos, 13), aunque a cambio flaquea en defensa, un defecto inherente a su condición de antepenúltimo: los 23 goles de este año son cuatro más que el pasado y sólo uno menos que a finales de 2005.
Como curiosidad de esta comparación anual, y aun alcanzando mejores cifras en general que en los dos últimos cursos, es la única vez en este trienio negro que el Betis no se despide del año con una victoria, cosa que sí logró en 2006 (0-1 en el campo del Nástic, en el último encuentro de Javier Irureta como técnico heliopolitano) y en 2005 (3-0 al Alavés, un triunfo que acabó siendo vital en la lucha por la permanencia).
De hecho, el empate en Valladolid interrumpe una serie de finales de año victoriosos que había empezado en 2004, cuando el Betis de Lorenzo Serra Ferrer se impuso por 1-0 al Atlético de Madrid en la famosa noche en que Manuel Ruiz de Lopera comunicó que había rechazado una oferta de Roman Abramovich por Joaquín.
