Diego Ruiz Cortés (La Puebla de Cazalla, 1930-2009) cumpliría 80 años en este mes de febrero. Pero no pudo ser. Se fue antes. Eso sí, con la satisfacción de saber que sus amigos de la galería Birimbao, sita en la calle Alcázares, número 5 (junto a la Encarnación), tenían previsto brindarle sus paredes para que derrochara en ellas su perenne duelo con los colores, una de sus señas.
Ayer por la tarde, a las 20.00 horas, se abrían las puertas de la galería para contagiarse de los Perfiles -es el título de la exposición- aportados por Ruiz Cortés. Su viuda e hijos estuvieron presentes en tan emotivo acto junto a Mercedes Muro, santo y seña de Birimbao.
"Nos apena la ausencia de Diego, pero nos reconforta el hecho de poder tener su obra en nuestra galería", explocaba ayer en su interés por que desde los medios de comunicación nos hiciéramos eco de un homenaje póstumo que nació de una propuesta realizada al artista en vida.
No por menos, la exposición, en cartel hasta finales de marzo, se presenta como recuerdo y acercamiento a la obra del pintor, al que los que le trataban definen como "un trabajador infatigable que derrochó creatividad hasta los últimos días de su vida".
La muestra está comisariada por Alberto Hevia. La serie Perfiles que ahora se ofrece es un trabajo realizado entre 1981 y 1983.
En esa época surge también la serie Arcos (82-84), y ambas presentan puntos comunes en el tratamiento del color y marcan el paso desde el antropomorfismo de su serie Cabezas, que realizó en los años 70, hacia los velados perfiles apreciables en la exposición de Birimbao.
Los cuadros que se exhiben -todos óleos sobre tabla y todos en formato cuadrado- vienen marcados por formas y colores constituyendo franjas, líneas, a veces nudos no resueltos. Los fondos presentan con frecuencia pinceladas cortas y paralelas.
Según aprecia Mercedes Muro en sus consideraciones sobre el artista, estamos ante "un maestro en el uso del color". Colores primarios y secundarios, fríos y cálidos, juegos de blancos y negros; también una particular amplitud de tonalidades. Todo eso se advierte en la exposición.
Y junto a los colores, las formas rectas y curvas ocupan el espacio y crean para el espectador imágenes dinámicas que confluyen o se dispersan en unidades independientes, conformando un todo y confirmando de este modo una de las principales características de Ruiz Cortés: su capacidad de síntesis.
"Conviene ver y disfrutar esta exhibición llena de imaginación, razón y sentimiento", invita la galerista. Y la entrada es libre.
Perfiles está en cartel hasta el 27 de marzo. Lunes de 18 a 21. Martes a viernes, de 11 a 13,30 y de 18 a 21. Sábados de 11 a 14 h.
