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Un aula más vieja que "el catón"

La facultad de Educación inaugura una exposición donde se muestran los aspectos más representativos de la enseñanza de los años 40 y 50.

el 24 nov 2009 / 12:05 h.

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Pablo Álvarez, comisario de la exposición, posa en el aula de los años 40.

Una escuadra, un cartabón y un crucifijo presidiendo un aula acompañados de la fígura de Franco y Primo de Rivera. El pasado siempre vuelve, aunque esta vez con motivo de una  exposición titulada "Recuerdos y huellas del pasado histórico-educativo de Andalucía" donde podemos trasladarnos a la época de los años 40 y 50 y observar como ha sido la evolución de la educación de nuestro país en apenas unas decadas.

El objetivo de la muestra es "conservar, perpetuar y difundir el patrimonio educativo de los andaluces" dice Pablo Álvarez, comisario de la exposición. El aula que preside la exposición representa fielmente las costumbres de la época. Lo primero que llama la atención es el tamaño de los pupitres, "los niños de distintas edades se colocaban todos en la misma clase por este motivo unos pupitres son más grandes que otros", apunta Álvarez. También se puede observar un cántaro donde todos los niños bebían del mismo vaso "aquí no había oportunidad de ser escrupuloso y tampoco existía la gripe A, los niños de antes eran más fuertes con menos medios".

El refrán "eres más viejo que el catón" cobra todo su sentido en este aula. El catón era un libro donde los alumnos de la época aprendían a leer de manera simple. Los mapas con los nombres de las provincias adornan las paredes y no se utilizaban libros para cada materia sino una enciclopedia tradicional. 

Los valores del régimen se inculcaban de diversas formas. Utilizaban un cuaderno denominado "de rotación" donde pintaban dibujos que honraban a elementos icónicos de la dictadura como fueron los militares, los colores de la patria o el propio Franco. Los familiares de los alumnos también contribuían a la elaboración de este llamativo cuaderno.

La educación de los chavales cambiaba mucho en función del sexo. Las niñas eran educadas para ser amas de casa y había actividades dedicadas a las labores domésticas como la costura, "había conocimientos que se consideraban que las mujeres no debían aprender" comenta Álvarez. Los educadores dedicaban sus esfuerzos en convertir a las niñas en las perfectas esposas para servir a sus maridos.

También se puede encontrar un traje de primera comunión de marinero y otro de almirante que representan la importancia de la religión católica en las aulas. El acto de recibir la comunión se convierte en un acontecimiento relevante para los alumnos y sus familias siendo el centro de la vida de la época.

La exposición está abierta al público hasta la semana que viene en la Facultad de Educación y ha sido organizada por el Equipo de Investigación del Museo Pedagógico Andaluz. Los objetos se encuentran en la exposición son reales  y han sido cedidos por Santiago Valdayo.

 

 

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