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Un broche mediocre para otra temporada mediocre

El Betis acabó la triste temporada 2007-08 como la empezó, con un 1-1 en campo ajeno y gol de Nano que desde luego no mejora la sensación de depresión derivada de haber luchado por la salvación hasta la antepenúltima jornada. Fernando dijo adiós, Doblas paró un penalti y Paco Chaparro... sólo Lopera sabe qué pasará con Paco Chaparro. (Foto: EFE).

el 15 sep 2009 / 05:02 h.

El Betis acabó la triste temporada 2007-08 como la empezó, con un 1-1 en campo ajeno y gol de Nano que desde luego no mejora la sensación de depresión derivada de haber luchado por la salvación hasta la antepenúltima jornada. Fernando dijo adiós, Doblas paró un penalti y Paco Chaparro... sólo Lopera sabe qué pasará con Paco Chaparro.

La tercera campaña en la que el Betis peleó por el poco digno objetivo de mantener la categoría tocó a su fin igual que comenzó. En la primera jornada, el equipo verdiblanco empató en el campo del Recreativo tras remontar un 0-1 con un gol de Nano al cabecear un córner lanzado por Caffa. En la última jornada se repitió todo menos el estadio, lógicamente, y con ese puntito intrascendente se marchó el Betis de la temporada 2007-08 en dirección a la 2008-09, previo paso por un periodo de reflexión que se antoja imprescindible para que la entidad y su afición no vuelvan a pasar por un trance que lleva tres años rondando Heliópolis. Los dirigentes del Betis no tienen más que ver las caritas de los seguidores del Zaragoza que ayer estuvieron en Son Moix para darse cuenta de la tragedia (futbolística) de la que los béticos a duras penas se han librado.

El partido contra el Getafe, de nulo valor clasificatorio, permitió a Paco Chaparro dar la titularidad a varios futbolistas no muy habituados a ese premio. El primero fue Toni Doblas, cuyo futuro se oscureció una noche en Alcalá cuando fue a disputar un amistoso y se rompió un tobillo. El guardameta de Bellavista incluso fue dado de baja en la Liga, pero el infortunio no pudo con el coraje y las ganas de ponerse la camiseta del Betis aunque fuese una sola vez antes del 30 de junio, el día que acabará su contrato con el club de toda su vida. Toni D. cumplió su objetivo y devolvió el favor al técnico con una actuación espléndida: no pudo hacer nada en el 1-0, una buena maniobra de Manu del Moral, pero luego mantuvo vivo al Betis deteniendo un penalti a Cortés y salvaguardó el punto de los suyos con un paradón ante Granero a cinco minutos del final.

También tuvo el privilegio de un lugar en el once otro futbolista cuyo futuro estará lejos de Heliópolis. Fernando sólo había sido titular dos veces (y la última, en octubre) y ayer, en su último partido como verdiblanco, no mejoró su pobre aportación de las tres últimas campañas. Como en las despedidas suelen primar los buenos recuerdos, los béticos al menos recordarán al Fernando que marcó 15 goles en su primer año y que ayudó a ganar una Copa del Rey y una plaza en la Liga de Campeones.

Reflexiones para el futuro. El encuentro, por lo demás, dejó dos o tres detalles que quizás deberían servir para que alguien recapacite en el Betis sobre el presente y el futuro del equipo. Por ejemplo, el fallo de Lima en el 1-0, el escaso peso de presuntos fichajes estrella como Odonkor o Sobis o los abundantes méritos de Paco Chaparro, que con los mimbres justos condujo al Betis hacia la permanencia en Primera por segunda vez en menos de un año. El bueno del trianero, además, quiso cerrar la Liga con un triunfo. El Betis lo buscó en la segunda parte, pero ya se sabe, de donde no hay no se puede sacar. El decimotercer puesto final no es casual.

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