En torno a las cuatro de la tarde los vecinos del número 23 de la calle Salado escucharon como las ventanas del 2º derecha estallaban. El humo empezó a entrar en sus casas acompañado de gritos y advertencias de que había que abandonar el edificio. El siniestro se saldó con daños materiales y un herido.
El segundo incendio en sólo una semana en el barrio de Triana se originó en torno a las cuatro de la tarde por motivos que ayer aún no estaban definidos. Fue entre el salón y la terraza de un piso en el que residían un anciano con un hijo de más de cincuenta años que tras el siniestro daba vueltas en pantalones cortos de un lado a otro de la calle. Él no resultó herido, pero sí su padre, que tuvo que ser trasladado al hospital con quemaduras en la cara. Su vivienda estaba prácticamente destrozada por un siniestro que también había dejado seriamente dañado el piso de arriba.
"Sentí humo que empezó a entrar por la puerta. Salí a ver qué era y lo vi todo negro. Iba a salir a la terraza, pero me dijeron que saliera a la calle. Y fui corriendo", relataba un anciano residente en el tercer piso que prefirió no identificarse. Su familia aguardaba por la tarde nerviosa la resolución de los trabajos de los bomberos, aunque desde el exterior se podían apreciar ya los desperfectos causados por el siniestro. A unos metros respiraban aliviados los vecinos del segundo izquierda: los bomberos habían entrado en su piso y no había daños. En el bajo sí se había notado. Una de las vecinas, que no quiso dar su nombre, describía así lo ocurrido en la tarde de ayer: "Sentí un ruido muy fuerte, como una explosión. Me vestí rápido, salí a la calle y vi el incendio".
Los vecinos reaccionaron rápido. Uno de ellos subió hasta el tercer piso para alertar al resto de los riesgos del incendio. Otro llamó al 112. "La Policía llegó primero, en apenas cinco minutos, los bomberos tardaron un poco más", relataban los vecinos, quienes no obstante celebraron la actuación del servicio de extinción de incendios. Según informó el Centro de Coordinación Operativa (Cecop) en apenas cincuenta minutos los operarios lograron controlar la situación.
Éste es el segundo incendio que se produce en el barrio en apenas una semana. El pasado jueves, una mujer falleció en un incendio en la plaza Virgen de los Dolores del barrio del Tardón. El piso siniestrado formaba parte de un núcleo residencial privado, rodeado de jardines acotados y zonas peatonales, de muy difícil acceso en casos de emergencia. Para llegar al lugar del siniestro, los Bomberos tuvieron que derribar incluso una valla de obra que permanecía cortando la comunicación con la calle Papa Juan Pablo I.
Esta situación provocó las críticas del Sindicato Profesional de Bomberos que advirtió de los problemas de acceso existentes en zonas de Bami, el Tardón y Amate. El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, les respondió: "Nosotros seguimos las instrucciones del Cuerpo de bomberos y todos los informes municipales".
