Tocina amanecía ayer conmocionada con la noticia de un parricidio anunciado. Un hombre de 79 años, vecino de esta localidad acababa con la vida de su hijo, de 51 años, que sufría parálisis cerebral, según algunos vecinos "por la impotencia al ver que le quedaba poco tiempo de vida".
Fuentes de la Guardia Civil señalaron que el hombre confirmó su autoría en la muerte de su hijo a los servicios de emergencias que se personaron en la vivienda momentos después de los hechos, ante los cuales el parricida intentó suicidarse cortándose el cuello y las muñecas con un cuchillo. "No quería soltar el cuchillo y se lo tuvieron que quitar de las manos las personas del 112", confirma un vecino de la familia.
El presunto parricida, L.R., permanece ingresado en el hospital Virgen Macarena de Sevilla "grave pero consciente y custodiado por agentes de la Guardia Civil", según fuentes del Instituto Armado, a la espera de que pueda pasar a disposición judicial y se le pueda interrogar para saber exactamente lo que ocurrió.
Fuentes de la investigación han informado de que la hermana de la víctima, que reside en el piso de arriba de la vivienda donde ha tenido lugar el suceso, fue la que encontró al presunto parricida, L.R., y a la víctima, L.R.C., en la casa. El presunto agresor le dijo a su hija que su hermano "estaba muerto" cuando fue hallado alrededor de las 7.40 horas, aunque el juez no ordenó el levantamiento del cadáver hasta las 11.30. Al parecer, la hermana de la víctima acudió a la vivienda de su padre para ir junto a éste a una revisión médica que le iban a realizar en el hospital con motivo de una reciente neumonía que había sufrido. "Cuando abrió la puerta su padre le dijo que ni él ni su hermano iban a ir a ningún sitio", aseguran los vecinos, y fue entonces cuando vio a su hermano desangrado en el suelo.
Según los vecinos, el presunto parricida "estaba un poco bajo de moral" desde que hace unos años muriera su esposa y este hecho junto a su ingreso hace algunas semanas en el hospital por neumonía, han podido provocar que L.R., de 79 años, decidiera poner fin a la vida de su hijo que "dependía de él para todo, hasta para bañarse y vestirse", según comenta otro vecino, quien también explicaba que "alguna vez" el ahora agresor había comentado que "cogerían los dos la moto -haciendo referencia a padre e hijo-, se tirarían por un cerro y terminarían los dos de una vez".
De hecho, afirmó que la muestra está en que también ha intentado "cortarse el cuello para quitarse los dos la vida". Esta versión la refrendaba otro vecino, Eduardo, quien indicó que "no se ha quitado la vida porque no tenía fuerza física".
