El propietario de la joyería Verya de Leganés (Madrid) murió ayer apuñalado y degollado en la trastienda del local por unos atracadores que querían robar la caja fuerte, según explicó el portavoz del PP en la localidad, Jesús González. Fuentes de la investigación confirmaron que la víctima es Salam H.T., un hombre de origen iraquí con nacionalidad española de 55 años. Cuando los agentes acudieron al lugar, la joyería estaba cerrada.
Dos hombres que portaban armas blancas entraron en el comercio y atracaron al joyero, que opuso resistencia y finalmente fue degollado en la trastienda, donde está la caja fuerte. Los asaltantes salieron del local "tranquilamente", según varios testigos. El aviso a la Policía lo dio un trabajador de una tienda cercana, que oyó algo que parecía una pelea.
La víctima mortal del atraco "había sufrido más atracos, pero nunca con agresión", según el testimonio de un amigo suyo. Añadió que "era un bella persona, muy buena de corazón y nunca tuvo un problema con nadie".
Reproches.
El portavoz popular jesús González lamentó la muerte del dueño de la joyería, que lleva muchos años afincado en Leganés con su familia, y pidió más seguridad en el municipio. Gómez afirmó que en la Comunidad de Madrid "falta Policía Nacional" e incidió en que "no estaría de más que hubiera más Policía Local y Nacional patrullando para evitar actos como éstos".
En su opinión, "no se puede permitir que haya 17 agentes de la Policía de Madrid haciendo tareas administrativas, en lugar de estar en la calle velando por los ciudadanos".
