La liga llega a unas alturas en las cuales decir que el Sevilla en un mes se juega su futuro es una realidad como un templo. Desde el 16 de este mes de marzo, Sábado de Pasión, que juega en Valencia, hasta el 6 del próximo mes de abril que lo hace en casa con el Villarreal habrá jugado dos partidos entre ambas fechas ante el Atlético de Madrid, el Sábado Santo, y ante el Real Madrid, el último domingo de marzo. Tres claros aspirantes a los puestos de Liga de Campeones y uno al título de liga.
Es breve el espacio en el tiempo pero intenso en cuanto a los rivales y los puntos en juego. Si es capaz el equipo de Manolo Jiménez de salvar estos partidos con resultados satisfactorios el asalto a la Liga de Campeones será una realidad. Es tanto lo que se juega el Sevilla, que todos los sentidos tienen que tenerlos bien activos los futbolistas para salvar estos cuatro partidos claves y ser claros aspirantes al reto que su presidente estableció al principio de temporada: quedar entre los cuatro primeros clasificados y volver a la Champions. Valencia es el primero de los partidos en el pórtico de nuestra Semana Santa.
