El inspector de los Mossos d'Esquadra imputado por ser copropietario del domicilio donde se ejercía la prostitución en Sant Antoni de Calonge (Girona) y que la Policía Nacional desmanteló hace pocos días quedó ayer en libertad con cargos tras declarar ante el juez.
La Policía Nacional detuvo el 30 de marzo a los dos principales responsables del negocio, que ingresaron en prisión por un delito de proxenetismo, ya que retenían a mujeres extranjeras y las obligaban a prostituirse.
El portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Catalunya explicó a Europa Press que el inspector fue citado, a través de sus superiores, a comparecer en comisaría, donde fue arrestado, se le leyeron los derechos y fue asistido por un abogado.