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Un motor llamado Romaric

El buen momento que atraviesa el Sevilla tiene muchos culpables. Uno de ellos es Koffi Ndri Romaric, el auténtico motor del equipo.

el 16 sep 2009 / 00:23 h.

El buen momento que atraviesa el Sevilla tiene muchos culpables. Uno de ellos es Koffi Ndri Romaric, el auténtico motor del equipo. Su evolución desde que aterrizó en el club ha sido constante, hasta el punto de ser el futbolista más indiscutible entre los indiscutibles de Manolo Jiménez.

"Hemos apostado fuerte por este jugador, que ha costado 8'5 millones de euros, pero él también ha apostado fuerte por nosotros. Desde el primer momento ha demostrado su tremenda ilusión por vestir esta camiseta. Seguro que triunfará en el Sevilla. Daniel es historia gloriosa y Konko, presente y futuro. Romaric es nuestro presente y mejorará a Keita, seguro". Así habló de él José María del Nido, presidente del club, el día de su presentación oficial. Romaric llegaba como cuarto fichaje para esta temporada, con un contrato de cinco años y muchas cosas que demostrar. En sólo unos meses, el costamarfileño se ha ganado la admiración de todos. Hoy en día es una de las principales figuras del equipo.

En un Sevilla al que no le tiembla el pulso en su lucha por clasificarse para la Liga de Campeones e incluso aspira a desplazar al Real Madrid del segundo puesto, Romaric se ha erigido en toda una referencia. Y todo ello ante la alargada sombra de Poulsen y Keita. Habituados al fútbol de estos dos jugadores, menos técnicos pero más combativos, Romaric no terminaba de encajar en el modelo de equipo que todo el mundo tenía en mente. Por si fuera poco, el sobrepeso con que llegó en verano hizo que se le examinase con lupa.

Pero las dudas sobre su aportación han ido despejándose con el paso de las semanas. A base de mucho trabajo y pocas palabras, el futbolista de Abidjan fue ganándose no sólo la confianza del entrenador sino también el respeto de sus compañeros y de la afición. Nadie ha disputado más partidos esta temporada con el Sevilla. La apuesta comienza a dar resultado.

En su rol de pivote, la mayoría de las veces con Aldo Duscher a su lado como escudero, empezó destacando más por su calidad con el manejo del balón que por su aportación defensiva. El desequilibrio que el equipo ha acusado en muchos partidos nació a menudo en el centro del campo, y Romaric no se libró de su cuota de culpa. Sin embargo, poco a poco, gracias a la mejoría de su nivel físico, la progresiva adaptación a las ideas de Jiménez y al fútbol español, su rendimiento ha alcanzado su punto álgido desde que milita en el Sevilla.

dando la cara. Romaric nunca pasa desapercibido. Jugando mejor o peor, logrando tener más o menos influencia en el juego, siempre pide la pelota, y eso no todo el mundo lo hace; sobre todo cuando quema, por la presión o la falta de ideas. En Liga, ha dado 21 asistencias a sus compañeros, de las cuales tres acabaron en gol. Es el cuarto futbolista del plantel que más centros al área ha puesto (81) y el tercero que más balones ha perdido (173), así como el quinto que más recupera (116). En esta tarea, ha cometido 42 faltas, siendo, tras Luis Fabiano, el que más hace (la mitad de ellas lejos del Sánchez Pizjuán).

Jiménez valora muy positivamente su calidad y su carácter sobre el césped, pero también otra característica suya: la polivalencia. En la actualidad, Romaric ha desplazado a dos futbolistas como Adriano y Diego Capel de la banda izquierda. Su adaptación a este nuevo puesto quedó confirmada frente al Valladolid, en uno de sus mejores partidos con la camiseta del Sevilla; y no sólo por su rendimiento en la banda, sino por el que dio también cuando tuvo que buscar el balón en el círculo central cuando el rival amenazaba el resultado.

Poulsen llegó a Nervión con 26 años y Keita, con 27. Romaric lo ha hecho con 25. Aunque a veces se le compare con ellos, sus características son diferentes. Lo único indiscutible es que se ha ganado el respeto de todos en una época post-títulos nada fácil.

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