El expediente para declarar monumento protegido el convento de Las Marroquíes estará expuesto al público durante un mes para completar su tramitación. La Consejería de Cultura de la Junta ha abierto un periodo de información pública del procedimiento administrativo iniciado el pasado verano para inscribir como bien de interés cultural (BIC) el convento.
Ese nombre deriva del apellido de las tres hermanas de la familia Marroquí que promovieron la fundación del convento, un edificio de rasgos mudéjares y barrocos creado en 1582 a partir de las viviendas de estas hermanas.
En el expediente, la directora general de Bienes Culturales, Guadalupe Ruiz, aconseja este grado de protección para el monumento astigitano entendiendo que es un "magnífico ejemplo del arte mudéjar y barroco andaluz", destacando los valores arquitectónicos de su "original" espadaña angular "y su rica colección de pinturas, retablos, esculturas, orfebrería", un conjunto "cuyos valores históricos y monumentales deben ser protegidos", enfatiza la Junta.
Aunque el convento de Las Marroquíes se construyó en los últimos años del siglo XVI, las dependencias que hoy forman la clausura fueron se levantaron entre 1983 y 1995, manteniendo en sus formas los esquemas arquitectónicos tradicionales y reutilizando algunos materiales originales. La iglesia sigue la tipología tradicional de los templos conventuales sevillanos y está formada por una nave única que no diferencia el presbiterio. A los pies de la iglesia, como prolongación de la nave y separado por una tupida reja de hierro forjado, se encuentra el coro, de dos plantas, la superior oculta por una celosía de madera.
El procedimiento abierto para declarar BIC Las Marroquíes también declara protegidos los bienes muebles del convento "por constituir parte esencial de la historia del edificio", y hace saber "a los propietarios, titulares de derechos y simples poseedores de los bienes, que tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos", para "salvaguardar sus valores". Además, deberán permitir su inspección por la Junta de Andalucía, así como su estudio por las personas investigadoras acreditadas por la misma.
La nueva calificación supone que el Ayuntamiento de Écija debe suspender las actuaciones urbanísticas y las licencias municipales de parcelación, edificación o demolición en las zonas afectadas, así como de los efectos de las ya otorgadas, hasta que se obtenga la autorización de la Consejería de Cultura, competente en materia de patrimonio histórico.
