Tres de los veinticuatro retablos que se conservan en el callejero de Écija han sido restaurados por el Ayuntamiento con la colaboración de la Consejería de Comercio, Turismo y Deportes y como parte del programa municipal Devociones en la Calle.
La rehabilitación de estos tres retablos - el de la Patrona, la Virgen del Valle, en la calle Cadenas, el del Arco de Belén y el de la Cilla del Cabildo - se inició en el anterior mandato municipal y se adjudicó en octubre del año pasado, beneficiándose de una subvención del 80% del total del presupuesto de ejecución con cargo al Programa de Infraestructuras Turísticas de la Consejería de Comercio, Turismo y Deporte, de la Junta de Andalucía para 2006.
En el mismo ejercicio presupuestario de 2006, este programa autonómico ya cofinanció la mejora de la iluminación de las torres ecijanas, el legado patrimonial por el que Écija es más conocida. La recuperación de los retablos fue adjudicada a Clar Rehabilitación S.L., la empresa que reconstruye la Plaza de España, el Salón y que debe recuperar la muy deteriorada torre de la iglesia de la Victoria. La restauración de otro importante elemento patrimonial de caracter religioso, la portada de las Teresas, se encargó en las mismas fechas con cargo al mismo programa autonómico.
La importancia de estos retablos está en su condición de testimonio cultural y su carácter documental. La justificación del proyecto municipal Devociones en la Calle considera que estos elementos del patrimonio local "permiten conocer y entender la cultura desarrollada por el pueblo ecijano a través del análisis de los mismos, como un claro testimonio de la identidad cultural".
Aparte su connotación religiosa, los retablos callejeros, capillas y cruces, son elementos destacados del callejero urbano de Écija: en una época en la que la iluminación urbana era prácticamente inexistente, los farolillos que proporcionaban luz a las imágenes sirvieron para alumbrar algunos tamos de calles y para favorecer la limpieza y pavimentación de las mismas.
En la actualidad, y perdido su significado religioso, los retablos son vistos como parte del tipismo o folclore local, cuando no como un estorbo urbano. Precisamente para frenar su deterioro y darles una nueva utilidad, el Ayuntamiento puso en marcha en el pasado mandato el programa Devociones en la Calle.
