Hoy día en España las oficinas del INEM y las empresas de trabajo temporal apilan en sus estanterías una ingente cantidad de folios titulados Currículum pertenecientes a más de cuatro millones de personas. Los puestos de trabajo han decrecido y con ellos las oportunidades de cumplir un proyecto de vida.
Lo que ha sido durante sus 11 años de trayectoria el objetivo de Aura, una cooperativa de trabajo en la que imperan los valores solidarios, es actualmente la lucha diaria por la búsqueda de un empleo para las personas que normalmente (sin crisis) tienen dificultades para encontrarlo. Hablamos de inmigrantes, mujeres mayores de 45 años, jóvenes sin experiencia y minorías en riesgo de exclusión social. Aura, un soplo de esperanza laboral.
Aura nació con un propósito claro. "Nos constituimos como cooperativa porque nuestra intención era y es que todo el mundo que perteneciera a ella tuviera trabajo", cuenta Pepa Rodríguez, responsable de la delegación de Sevilla de esta empresa surgida en la capital de la mano de cinco socios. Avalando uno de los principios cooperativos, recogidos por Cepes (Confederación Empresarial Española de Economía Social), en Aura "las puertas están siempre abiertas" para garantizar la libre entrada y salida de sus socios.
Aura se constituye así como la primera empresa de trabajo temporal (ETT) de economía social de España, formando parte de un sector en auge reconocido recientemente por el Gobierno central, el cual anunció una futura ley de economía social. "Apoyamos la medida, puesto que somos empresas y generamos buena parte del PIB, aunque nuestro objetivo sea la persona y no el dinero. No hemos destruido empleo".
No obstante, la coyuntura económica es mala y desde Aura reconocen que ha disminuido a la mitad su volumen de trabajo. "Nos está costando cubrir todos los puestos que se demandan".
Especializada en el sector servicios, Aura proporciona trabajos generalmente relacionados con la hostelería -"todo lo puede requerir un hotel"-. Como aseguran sus responsables, las empresas demandantes de personal tienen una gran temporalidad, puesto que "la ocupación hostelera en Sevilla se dispara en marzo, mientras que a partir de junio y durante el verano está su declive. ¿Qué hacen con un número grande de trabajadores contratados? Aun así, apunta otra de sus socias, Inmaculada Caro, "existe el mito del trabajo basura en las ETT pero lo que se busca es ofrecer un trabajo lo más estable posible".
Su punto fuerte siempre han sido las mujeres. Trabajadoras sin formación a las que también Aura ofrece cursos.
Mariluz Mateo tiene 50 años, es dominicana y reside en Mairena del Aljarafe, dice estar desesperada buscando empleo. Ella ha trabajado como limpiadora, pero su empresa tuvo que despedir a los que no estaban fijos. "Estoy cobrando el paro ahora pero yo quiero buscarme la vida y ganarme el dinero con mi sudor", expresa Mariluz, quien dice no importarle tener que coger 2 o 3 autobuses para desplazarse al trabajo.
Pero como ella, también hay albañiles parados, a los que se le acaba ya la prestación de los 426 euros. Esto es algo en lo que hacen hincapié Pepa e Inmaculada, la incompatibilidad de la prestación con el trabajo de días sueltos, propios de la hostelería.
En definitiva, en sus ojos se entrevé la ilusión y las ganas por mantener una empresa que a pesar de las dificultades "siempre estamos todos a una" y cuyos beneficios -cuando los hay- se revierten democráticamente, esencia del cooperativismo.
